Según la agencia EFE, la gran banca española –Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell– obtuvo hasta septiembre del 2014 un beneficio neto de 8146,3 millones de euros, un 4,6% más que en el mismo período del 2013, mientras se reducían drásticamente los presupuestos para obras sociales; a la vez, el sueldo de los directivos subió un 7% en el 2013 mientras que el de los empleados habría caído un 0,5% … De todo ello, se deduce que la banca «se habría convertido» en un parásito hematófago o «chinche doméstico«, organismo chupóptero que sin vivir permanentemente sobre su víctima, sólo se acerca a él para alimentarse, y, tras succionarle hasta la última gota de sangre, lo abandona sin más a su suerte.
De hecho, cerca de 167.000 afectados por la venta irregular de preferentes de Bankia, NCG Banco o Catalunya Banc no podrán recuperar ni tan siquiera un pequeño porcentaje de su inversión al tiempo que se producirían 100 desahucios diarios y del parque de viviendas vacías que podrían destinarse al alquiler social, un mínimo de 600.000 serían propiedad de entidades financieras o del ‘banco malo’, según un informe de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca… aplicando un símil, estaríamos asistiendo a una auténtica plaga de chinches domésticas ante la que las autoridades sanitarias habrían recomendado adoptar medidas profilácticas como la fumigación periódica de sus nidos en un vano intento de acabar con la plaga.
Porque recordemos que tradicionalmente la finalidad de la banca era canalizar el ahorro privado hacia la inversión, pero dada la ausencia de cultura de ahorro doméstico y público, ha originado que el proveedor de recursos para dinamizar la economía en forma de inversiones se haya trasmutado –usando éste símil de nuevo– en un parásito hematófago que succiona todas las ubres posibles para saciar su insaciable apetito.
Fuente: Germán Gorraiz, analista del periodico Diagonal