No puedo pasar por alto la sesión sin comentar brevemente mi opinión personal sobre la terrible y dramática historia de vejaciones y humillaciones que sufrió ese señor en las dependencias del cuerpo nacional de policía. El sábado echaba espumarajos por la boca y casi me da un ataque de ansiedad oyéndolo en prime-time.
Pero éste señor ¿donde cree que vive?, porque lo que nos contaba el sábado a los españoles es más viejo que el betún… ¿el día que pase necesidades hasta el punto de vivir de una ayuda de 426 euros, que nos va a contar? que con ese dinero no come ni un perro, que con ese dinero descontado gastos normales de una casa no da ni para el desayuno de una familia en una semana… por tanto ¿qué cojon…… nos quiso venir a contar el Bigotes?
Cientos de personas pernoctan en las comisarias por cualquier motivo, inocentes y culpables, homicidas, maltratadores, beodos, prostitutas, sin papeles, o gente que estaba en el lugar equivocado a una hora determinada … y de vez en cuando pues algún señor de la corte local… el día que le tocó al Bigotes pues conoció la realidad de la vida, ¡¡claro que para él fue brutal el contraste!! … ¡¡pasó de hoteles de cinco estrellas a una celda policial!! … pues eso, la diferencia está clara, y si no sabe porque estuvo allí mucha gente tampoco lo sabe y se la traga doblada…
Les voy a contar algo: un familiar directo fue acusado falsamente de malos tratos, pero tan falsos que hasta la policía le sugirió a la demandante que quitara la denuncia porque con lo que tenía de pruebas, en un minuto el caso sería sobreseído y cerrado a favor de mi familiar… no quitó la denuncia porque lo que quería era quitarle a su hijo, la casa y encima alejarlo… al día siguiente, tal como dijo la policía, mi familiar estaba en la calle absuelto de todo cargo, porque el juez estimo de insustancial las pruebas aportadas.
Pero claro, la noche éste familiar se la pasó llorando, vomitando y asqueado de ver donde estaba y con quien estaba, del asco del catre con su colchoneta y colcha, ni las tocó, luego el me comentó «he estado en el infierno» … y es verdad porque la cárcel es mejor que las celdas de una comisaria
Como es muy buena gente congenió con los agentes policiales y estos le dijeron textualmente «sabemos qué es esto pero está diseñado así, no tenemos la culpa» , «la humillación y la vejación al detenido forma parte del tratamiento social policial«, «es necesario aplicar en tu mente el correctivo de una noche en comisaria para que tu psique asocie lo que has sufrido al delito que presuntamente has cometido«, «si vuelves a dormir aquí dentro de diez años todo será igual, la goma espuma y la colcha para dormir al raso, el mal olor del retrete y la mala gente que tendrás de compañeros de celda» … blanco y en botella, señores
Es decir, que la noche en comisaria está diseñada para la ruptura mental del individuo, para que vaya asociando delito con pena… ¡¡ las comisarías no pueden ser lo que pretende el Bigotes, una pensión donde te dan habitación, cama limpia y menú caliente del día con por supuesto servicio médico 24 horas por si el detenido tiene o le pasa cualquier cosa !!
Sr. Bigotes, sea ud. bienvenido a la realidad de la vida y procure usted salir inocente de los cargos que se le imputan, porque como salga culpable, igual va a saber de primera mano o se lo va a contar su familia de cómo se come y sobrevive con una ayuda social en este país… no creo que tenga luego la desfachatez del volver a Telecirco a contar su historia cuando en éste país 12 millones de personas están próximas o han traspasado el umbral de la miseria, o donde muchas otras, a pesar de trabajar y tener un sueldo, también lo están.
Pero claro, y ésto que no lo dude nadie, hay una diferencia muy grande entre estar en la miseria y ser un miserable (y ojo, que esto no va por usted, que en este artículo mio le obvio cualquier tipo de juicio personal sobre su persona y sus actos)
Allí es donde toda incomodidad tiene su asiento y todo ruido su habitación, ya desde mucho antes de Cervantes. Y como son mala gente, no basta con privarles de libertad, sino que hay que impedir que estén bien.