Suiza es uno de los países más atractivos en el mundo empresarial, pero la reforma fiscal y sobre todo la política migratoria siembran incertidumbre entre los inversores internacionales. «La libre circulación de personas es el factor decisivo para la creación de valor añadido de las empresas«, afirman los responsables de la promoción de las principales regiones económicas del país alpino.
La región incontestablemente más atractiva de Suiza es el cantón de Zug, según los estudios anuales de los dos principales bancos helvéticos, UBS y Credit Suisse. Esta primacía se debe sobre todo a cuatro factores: las condiciones marco financieras, la disponibilidad de mano de obra cualificada, las conexiones viales y ferroviarias, y la estabilidad.
“Cuando una empresa sondea dónde establecerse, estos factores son primordiales en la lista”, afirma Beat Bachmann, responsable de la Promoción Económica del cantón de Zug. Si en Suiza cambia algo que incide en el atractivo del país, Zug siente enseguida de las consecuencias. Por ejemplo en lo que concierne a los nuevos emplazamientos, que han disminuido mucho en toda Suiza, anota Bachmann; “esto está claramente relacionado con que Suiza ha perdido atractivo entre los inversores extranjeros. En este momento, el factor negativo más importante tiene que ver con los interrogantes sobre la disponibilidad de mano de obra especializada”, subraya Bachmann, en alusión a la aprobación en febrero de 2014 de la iniciativa ‘Contra la inmigración masiva’, que prevé introducir contingentes y cupos de inmigrantes. “En el extranjero, estas medidas son motivo de preocupación sobre si se podrá encontrar la mano de obra necesaria o no. Las empresas buscan contratar empleados de la región, pero no siempre les es posible encontrar los perfiles necesarios en el lugar. Además, cuando se crea una nueva estructura, se recurre primero a la experiencia disponible dentro de la empresa, o sea, a los propios empleados” indica.
Fuente: swissinfo