Extracto del magnífico artículo de la fuente que abajo se cita:
El Ibex 35 ha caído desde los máximos de abril en 11.866 puntos un 19,5% y para seguir
profundizando en valoraciones, es un buen ejemplo, ya que el BPA (beneficio por acción)
estimado para 2016 se sitúa ahora en 759 puntos, lo que supone un 8,6% menos de lo que se
estimaba a principios de año y es que, como se ve en el gráfico de abajo, el consenso es
optimista por naturaleza y siempre se revisa a la baja. Por tanto la caída del Ibex de un 7% en
el año se justifica por la menor expectativa de beneficios para 2016, beneficios, que claro que
están creciendo, son un 102% superiores a los 378 de 2012, pero no se pueden estirar más por
el optimismo permanente.
Esa revisión de beneficios en el Ibex se debe en gran medida a la depreciación del real
brasileño y es que el selectivo español no es un reflejo de la economía española, sino el índice
que mejor correlaciona con las monedas sudamericanas. El fuerte peso de Santander y
Telefónica en Brasil, junto con la caída de las estimaciones de beneficios de Repsol, han sido
las causas de esa bajada de estimación de beneficios desde 830 hasta 759. Si aplicamos un
PER de 12 veces a los 759 puntos de BPA de 2016, tenemos un precio objetivo para el Ibex de
9.110 puntos, que mejoraría en la medida en que hubiera revisión positiva de resultados, que
por el momento no se espera. Hay que tener en cuenta que estamos tomando datos de 2016,
con lo que cabe la posibilidad de que sean revisados a la baja, como todos los años, y solo al
alza si el real se aprecia como resultado de una mejora del petróleo y una depreciación del
dólar, dos cuestiones que tendrían consecuencias muy negativas en la expansión del PER,
debido a los efectos negativos que estas variables provocarían en el PIB español.
FUENTE: Alberto Espelosin de Abante Gestión