Independientemente de quien gane las próximas elecciones y de quien gobierne tras los previsibles pactos, los problemas que se encuentre el próximo ejecutivo no serán precisamente pequeños –se van a comer un buen marrón fijo– pues, de hecho, en muchos aspectos quizás la situación sea peor, objetivamente hablando, que hace cuatro años, aunque nuestra percepción de los mismos haya mejorado gracias a la labor de maquillaje y márketing actual.
Pero toda esa herencia, todos esos problemas, se concentran principalmente en dos: por un lado, la degradación política, económica, social y moral a la que hemos llegado tras 30 años de bipartidismo que ha dado lugar a una desmedida concentración de poder económico en manos de unos cuantos. Este puñado de elegidos han sido capaces, a lo largo de este periodo, de ir acumulando prebendas políticas y sociales al hilo de su propio crecimiento económico, consiguiendo la creación de una red de intereses en los que vale más la red de contactos que el someterse a las reglas que deberían regir los mercados y saltándose los controles del sistema a golpe de “ser amigo de” o a cambio de favores de toda índole. Por otro lado, y quizás como consecuencia de lo anterior, el segundo problema es igual o peor de grave, nuestra economía está dando síntomas de que no es capaz de crear empleo, o redistribuir la renta, o de garantizar un futuro de una buena parte de la población: aquellos trabajadores en paro o con un empleo precario difícilmente podrán salir del riesgo de exclusión ni ahora ni nunca, teniendo en cuenta además que con toda seguridad las pensiones futuras van a ver disminuida su capacidad adquisitiva de tal modo que si ahora son pobres, a la vejez serán miserables.
Así, el panorama que se cierne sobre el futuro inquilino de la Moncloa no es nada halagüeño y puede estructurarse sobre los siguientes puntos calientes: empleo –la precarización del empleo es brutal-, corrupción –ya endémica-, déficit público –ya vieron lo que publiqué ayer– y pensiones –la hucha está cada vez más vacía–
Fuente: euribor.com