Muchos inversores creen que delegando la gestión de su capital a expertos para que estos operen en modalidad activa es decir puedan trabajar en las dos direcciones del precio según demande el mercado se garantiza uno plusvalías de dos dígitos altos. Error. Tampoco en un alto porcentaje. Muchos clientes se quejan de ver sus cuentas de valores atestadas de operaciones con stops loss ajustados tanto de ganancia como de pérdida donde quien único ha ganado es el gestor vía corretajes.
En la mayoría de los casos los «gestores activos» no han superado ni al mercado y los clientes hartos han ido retirándoles su confianza porque claro abrir una cuenta con 10 000 euros ganar 400 y ver que en comisiones y corretajes hay 1600 euros pues las cuentas son claras hasta para el inversor más lego, y eso cuando se gana porque cuando se pierde se pierden 1000 euros más 1600 euros en comisiones vamos un 25% OUT en un año. Y si el inversor se queja recibe siempre las mismas excusas del «gestor activo» la volatilidad del mercado, la inestabilidad financiera y otras milongas al efecto.
«Así lo revela el informe SPIVA de S&P correspondiente a 2016, que muestra que a diez años el 86% de los fondos de renta variable europea gestionados activamente se han visto superados en rentabilidad por el S&P Europe 350. O, lo que es lo mismo, sólo el 14% de los productos han sido capaces de batir al índice. Durante la última década, estos fondos han generado de media una rentabilidad del 4%, frente a la del 4,9% del selectivo. Pese a ello, la tasa de mortandad es baja. De los 1.208 fondos de bolsa pan-europea que existían en el mercado hace diez años, casi la mitad (el 48%) han sobrevivido y siguen comercializándose.