Leo en Rankia una entrevista al forero VALENTIN y os extracto la respuesta a una de las preguntas de los foreros que literalmente comparto con él como criterio de inversión y me parece muy didáctica por eso la meto en el archivo de esta web.
De cara a crear una cartera para la jubilación o para la independencia financiera, ¿que te gusta más, una cartera indexada al estilo Bogle, o directamente acciones de empresas buenas con dividendos, priorizando en que las empresas sean buenas, no tanto en que los dividendos sean altos?
Existen distintas metodologías de formación de carteras de inversión. Expongo tres importantes:
La basada en la “gestión indexada a mercados totales”. Es la que conocemos como cartera Bogle, la cual se caracteriza por: replicar índices amplios de mercado, haciéndolo en base a capitalización de mercado y en base a réplica física, y por ser el estilo de gestión que menos costes genera. Mi preferencia está por realizarlo en base a regiones geográficas, ponderándolas a conveniencia del inversor.
La basada en el “Asset Allocation”. Se caracteriza por segmentar el mercado en distintas clases de activos y permitir crear una cartera de inversión basada en el binomio rentabilidad-riesgo.
La basada en un “método propio elaborado por uno mismo como inversor”, en base a sus propios principios de inversión. Es el caso de la pregunta expuesta, una cartera de acciones individuales “buenas”.
Yo propondría la opción a) para todo tipo de inversor, porque dispone de una “buena” estructura de cartera: una amplia diversificación por número de empresas y sectores, y sabemos que el mercado ha aguantado históricamente todo tipo de adversidades severas (guerras, inflaciones,…), y poco se puede hacer mal si te conoces a ti mismo como inversor y eres disciplinado. Evidentemente, deberemos favorecer fondos de acumulación de dividendos, ya que a largo plazo la rentabilidad final será superior a la de fondos de reparto de dividendos.
La inversión directa en “buenas” empresas tiene inconvenientes y exigencias al inversor; hay que saber valorar las acciones; cada inversor tiene distintos criterios para catalogar a una empresa como buena; las empresas buenas no tienen por qué ser las más rentables en el futuro; se acepta mucha concentración en número de empresas y la distribución sectorial puede ser muy concentrada. Personalmente, esta opción no la veo como una cartera de inversión bien estructurada, sino más bien como si de un fondo de buenas empresas se tratase, a la que quizás podría ponderarse en un 10% en cartera, acompañada de otras estrategias de inversión. Pero vamos, los inversores somos todos distintos con actuaciones distintas en los mercados, y lo que al final vale es que todos ganemos dinero sea cual sea nuestra forma de invertir en los mercados.