El grupo Euroconsumers –del que la OCU forma parte y que agrupa a cuatro organizaciones de consumidores en Europa– ha probado tres coches, tanto antes como después de la actualización realizada por Volkswagen por el asunto del dieselgate… Estos tres coches –un AUDI Q5 TDI 2.0/110 kW, un VOLKSWAGEN Polo TDI 1.2/55kW y un VOLKSWAGEN Golf TDI 1.6/77kW– cubren todos los motores involucrados en el escándalo, y en los tres casos después «del arreglo por parte del fabricante» hubo un aumento estadísticamente significativo de las emisiones NOx medidas en el test NEDC que evalúa el impacto ambiental de los automóviles.
El valor de las emisiones de NOx se indica en los Certificados de Registro de Vehículos –es un valor declarado por el fabricante– y aunque éstas pruebas muestran un aumento significativo de NOx, el Grupo VW afirma en el certificado publicado después de la actualización del software que los valores medidos en el momento de la homologación siguen siendo los mismos. El problema viene dado porque tras realizarse el ajuste por parte del fabricante, los valores quedan por encima del limite de la norma Euro5 e incluso de la más antigua Euro4, lo cual sin duda es un gran problema en muchos sentidos, por lo que la OCU pide apoyo a los ciudadanos en la campaña #justiciaVW con el objetivo de recordar a todo el mundo el problema y pedir compensaciones a las verdaderas víctimas: los consumidores.
No obstante, quiero aprovechar para romper una lanza en favor de Volkswagen, recordándoles que desde hace un año como reza la imagen de portada hay muchas dudas sobre otras marcas afectadas por el problema y de las que no se habla en absoluto del asunto, ojo.