«La inflación general debe estar en el camino hacia los niveles cercanos, pero por debajo, del 2% en un horizonte significativo de medio plazo», explica Mario Draghi.
2. CONFIANZA
Otro requisito que enumera el banquero italiano es que la institución tenga suficiente confianza en el impulso de la inflación, algo que hasta ahora no ha sido así. El economista siempre recuerda que el auge de los precios en 2017 se debe al efecto de las materias primas, con el petróleo en 50 dólares frente a los 30 dólares de inicios del año anterior.
3. INFLACIÓN AUTO-SOSTENIDA
Con este mensaje Draghi reclama que la inflación tenga una evolución al alza sin la necesidad de que esté impulsada por el BCE: «Que la inflación sea auto-sostenida, lo que significa que mantendrá su trayectoria incluso con la disminución del apoyo de la política monetaria», arguye.
4. NO ES SÓLO CUESTIÓN DE ALEMANIA
Sin citar expresamente a Alemania, Draghi ha vuelto a recordar que el objetivo es común para todo el área: «La métrica relevante es la inflación de la Eurozona, no las tasas de inflación de un país en particular».
Mario Draghi ha puesto encima de la mesa otra reivindicación que se repite en los últimos años por parte del BCE: «Con el fin de aprovechar plenamente las ventajas de nuestras medidas de política monetaria, otros ámbitos políticos deben contribuir mucho más decisivamente a fortalecer el crecimiento económico». Es decir, pide nuevamente que los políticos actúen a través de su capacidad fiscal, cuando la haya, y reformas estructurales.