Cómo Zaplana destrozó Canal 9, en siete pasos…

1. En programar telebasura: en canal 9 nació Tómbola, su objetivo era lograr cualquier cosa a cambio de audiencia, sin pudor…

2. En crear redacciones paralelas: Cuando uno hereda una plantilla de periodistas por oposición a los que no puede echar y no puede doblegar, lo que hace es crear una redacción alternativa con otros profesionales capaces de decir que «esto es un huevo» cuando lo que se está enseñando es una barraca de feria, por poner un ejemplo al azar.

3. En convertir la manipulación y la censura informativa en un modelo de comportamiento: Nadie no afín al PP y a Zaplana tenía cabida en los puestos de mando ni por supuesto en pantalla. Los esbirros de Zaplana sentaron las bases y cuando llegó Camps todo estaba atado y bien atado.

4. En usar la tele sin remilgos para cultivar su imagen: Un dato de ejemplo: tal y como recogió en uno de sus muchos informes el combativo comité de redacción de la cadena, entre mayo de 1999 y agosto del año 2000 Zaplana apareció cinco veces más en los informativos que toda la oposición junta.

5. En el endeudamiento feroz: Contratar a estrellas de la farándula: tuvieron programa propio en la cadena gente como Terelu, Mar Flores, Julian Lago, Sánchez Dragó, Cristina Tárrega, José Luis Moreno –que obtuvo gracias a todos los valencianos, por su Noche sensacional, 8 millones de euros– o Bárbara Rey… Pagar los costes de Tómbola –hablamos de 32 millones de euros de 1997 a 2004– o de los tertulianos que se traían de Madrid y que a cambio escribían loas sobre Zaplana en sus medios nacionales, pagar sobrecostes de productoras afines, pagar favores contratando a hijos, a cuñados, a hermanos y alguna que otra fallera mayor… Todo eso costaba mucha pasta, pasta que salía de los fondos públicos.

6. En ir a negro: Fuimos la primera tele autonómica que se cerro, la primera que hizo un ERE que después la justicia anuló, la primera que no aceptó la decisión judicial, y la primera que tuvo que volver a contratar y tener en nómina durante meses a sus trabajadores cuando ya la tele estaba en negro. Gestión impecable, sin duda.

7. En instalar la decrepitud moral: Permitió que el secretario general y jefe de recursos humanos, amigo personal de Zaplana –y el que pronunció esa frase lapidaria «estoy en política para forrarme»– abusara y acosara sexualmente de tres periodistas de la cadena.

Fuente y articulo completo en el huffingtonpost.es pulsando aquí

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