El Dax se gira en el 61,8% de su última bajada en un entorno de muy escasa liquidez demostrada por la presencia de muchos gaps en este último mes. Ahora mismo el Dax ni es una cosa ni es otra, ni sube ni baja, ni recupera, ni rebota, solo que desde finales de mes mantiene una sucesión de máximos y mínimos ascendentes que se pueden canalizar al alza, eso es la más positivo que podemos decir del índice en el riguroso corto plazo.
Pero vamos al son europeo conste el resto de índices están igual jugando al camaleón para ver quien acierta si va hacia delante o hacia detrás. Los motores de la RV europea están averiados Banca, Telecos, Automoción, Distribución y la alta capitalización están esperando a que algo o alguien les quite la pierna de encima para levantar cabeza.
El Euro Stoxx tiene algo de mejor pinta porque ha roto la directriz bajista que une sus últimos máximos relativos e inspira mejor y mayor confianza, pero claro necesita combustible para poder seguir emergiendo, y ahora ese combustible nos lo fían a partir de la semana que viene cuando empiecen a llegar resultados semestrales porque con estos en la mano ya se sabrán casi las notas de final de ejercicio económico, al menos si va a aprobar fácil o si por el contrario suspende fijo.
Cada empresa que reconozca que no va a llegar a lo por ella mismo proyectado o por consenso de analistas la lleva clara, la sacarán de las carteras a machetazos. Lo único que a uno quita el sueño es que si las que están ya muy mal, muy bajas y muy en peligro son las que lanzan esos profits warning vamos a tenerlas que recoger con cepillo y pala.