Sea cual sea el ganador, su programa económico y político, quieran o no deberían afrontar estos seis problemas que sacuden nuestro país además del que ya les comenté ayer de la deuda:
PARO. Pese a que el índice de paro es del 14% la tendencia parece que no va mejorar; la tasa de desempleados menores de 25 años es muy alta, el 33% según la EPA 2018, y los parados de más de 50 años no consiguen empleo ni falsificando el carné de identidad.
SALARIOS. A pesar del incremento del SMI hasta los 900 euros, el problema es que se mantienen bajos durante una buena parte de la vida laboral, y, con salarios bajos, ¿quién se atreve a asumir una hipoteca?
DEMOGRAFÍA. Tal vez el mayor problema que afronta España y las sociedades occidentales; vamos camino a convertirnos en una sociedad de ancianos.
PENSIONES. Hilando con lo anterior, el gasto en pensiones ya acapara más del 40% de los Presupuestos del Estado, e irá subiendo de forma imparable. Gastamos en pensiones el doble de lo que gastábamos hace 20 años pero lo más chocante es que las pensiones medias son mucho mejores que los salarios medios de los jóvenes que se inician en el mundo laboral.
SANIDAD. España será una de las sociedades más longevas en 2040, según algunos cálculos, con una esperanza de vida media cercana a los 86 años; pese a tener uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, eso no evitará que se disparen los gastos… ¿tendrá el Estado dinero para aguantarlo?
EDUCACIÓN. El sistema educativo español no está entre los mejores de Europa y nuestras universidades siguen ancladas en materias que son inservibles, o especialidades que no se llevan. En cuanto a la enseñanza preuniversitaria hay enormes desequilibrios entre las autonomías.
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