¿A que ahora ya no te hace tanta gracia?

En Barcelona, un juzgado de lo penal ha dictado sentencia contra el youtuber «ReSet» que se grabó ofreciendo galletas Oreo rellenas de pasta de dientes a un mendigo. El conocido youtuber, que por entonces tenía 19 años, se acercó a un hombre sin techo y le ofreció 20 euros y unas galletas a las que previamente les cambio su relleno de nata por dentífrico, grabando a continuación al hombre mientras se comía las galletas y subió el vídeo a YouTube, por el que generó unas ganancias de alrededor de 2000 euros por sus visualizaciones.

Dos años y medio más tarde, una jueza ha condenado al joven a 15 meses de cárcel y a pagar una indemnización de 20.000 euros por los daños morales ocasionados a la víctima. Además, deberá borrar su canal de YouTube y no podrá acceder a la plataforma ni crear nuevos vídeos en un plazo de cinco años.

Durante el juicio, el youtuber declaró que “todo era en plan de coña y que su intención no era ofender”. También dijo que había dejado el instituto para dedicarse a YouTube y que lo estaba haciendo bien, espetándole al fiscal que él era un “señor serio” y que iba “muy a tope con la ley”.

En el vídeo del delito, eliminado de YouTube, el youtuber advertía a sus fans: “A lo mejor me habré pasado un poco, pero mira el lado positivo: esto le ayudará a limpiarse los dientes. Creo que no se los limpia desde que se volvió pobre”.

En elpais.com exponen más detalles sobre el juicio:

«No ha sido un acto aislado«, remarca la sentencia, citando que el youtuber en otros vídeos mostró «comportamientos crueles y siempre con víctimas fáciles o vulnerables, como por ejemplo rellenar sándwiches con excrementos de gato y ofrecérselos a ancianos y niños en un parque«, algo que él no negó durante el juicio alegando que «si me meto con gente más musculosa, me arriesgo a que me peguen, que la gente tiene muy mala leche«.

«humilló y vejó a una persona vulnerable, sin hogar, de edad muy superior, que no habla los idiomas oficiales y presenta deterioro por la vida en la calle y por alcoholismo«, subraya la juez. Su comportamiento fue más grave aún porque lo difundió masivamente en Youtube. Pese a que después lo borró, el vídeo sigue circulando por la red. En el juicio, finalmente el youtuber hizo uso del derecho a la última palabra para quitarle hierro al asunto: «Hago cosas para dar show, a la gente le gusta el morbo«.

Fuente y articulo completo: gizmodo.com

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