La Relación Q es un método popular para estimar el valor razonable del mercado de valores desarrollado por el Premio Nobel James Tobin. Es un concepto bastante simple, pero laborioso de calcular. El índice Q es el precio total del mercado dividido por el costo de reposición de todas sus compañías. Afortunadamente, el gobierno hace el trabajo de acumular los datos para el cálculo. Los números se suministran en las cuentas financieras Z.1 de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, que se publican trimestralmente.
Desafortunadamente, la relación Q no es una métrica muy oportuna. Los datos de Z.1 tienen más de dos meses de antigüedad cuando se publican, y tres meses adicionales pasarán antes de la próxima publicación. Para solucionar este problema, nuestras actualizaciones mensuales incluyen una estimación de los meses más recientes en función de los cambios en el precio de VTI (el ETF de Vanguard Total Market) como un sustituto de las acciones corporativas; por lo tanto cuidado con las interpretación no vaya a ser contraproducente para sus posiciones presentes y futuras en su cuenta de valores.
Por supuesto, los períodos de sobrevaloración y subvaluación pueden durar muchos años a la vez, por lo que el Ratio Q no es un indicador útil para los plazos de inversión a corto plazo. Esta métrica es más apropiada para formular expectativas para el desempeño del mercado a largo plazo. Como podemos ver en el siguiente gráfico, los picos en la Relación Q se correlacionan con los máximos del mercado secular, siendo el pico Tech Bubble un valor extremo extremo.
Servidor con este indicador en la mano y siendo supuestamente un inversor estadounidense lo único que pensaría de cara al largo plazo es que lo próximo que viene en una recesión o bearish pese a no dejar de reconocer que en EEUU no pasa como en Europa y Japón que ya a largo no se gana en Bolsa a no ser que entendamos por largo plazo 30-40-50 años (risas).