Hay una cosa que no entiendo; yo creía que la ley musulmana prohibía el juego de azar, beber, drogarse o ir de prostitutas, pero la trágica noticia ocurrida el lunes en Londres y las circunstancias bajo las que acaeció el hecho… pues eso… para alguien que tiene amistades árabes y sabe de sus formas y tradiciones, es curioso.
El jeque fallecido tenia 39 años y era hijo del emir de Sharjah, tenía su propia firma de moda desde hacia una década y había presentado una colección en la «Fashion Week» de Londres.
Según la prensa británica, su cuerpo ya sin vida apareció en su vivienda del exclusivo barrio londinense de Knightsbridge, el distrito que borde Hyde Park. «Hubo una fiesta en la que algunos invitados tomaban drogas y tenían sexo«, han indicado fuentes próximas al suceso. «Se cree que Jalid podría haber muerto como resultado de la ingesta de drogas«, agregan… En su mansión, la policía halló varios tipo de drogas, entre las que figuraban cocaína, dicanol, heroína, LSD, éxtasis y setas alucinógenas.
No es la primera vez que la familia real de Sharjah se ve alcanzada por una tragedia provocada por las drogas. En 1999 el hermano mayor de Jalid y príncipe heredero, Mohamed bin Sultan bin Mohamed al Qasimi, falleció por sobredosis a los 24 años en el palacete familiar de East Grinstead, una localidad inglesa ubicada en el condado de Sussex Occidental. Su cadáver fue encontrado por un escolta en el baño, rodeado de jeringuillas y una corbata anudada a uno de los brazos.
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