«Aunque la mayoría de inversores no han conocido más allá del Patrón Solvencia, no hay que olvidar que hace ya 48 años que las autoridades monetarias norteamericanas decidieron abandonar el Patrón Oro, es decir el anclaje del valor del dólar al del metal precioso. El patrón de anclaje del dinero a una commodity que le confiriese un valor intrínseco fue una práctixa muy extendida no solo en la antigüedad sino también durante el s. XIX y XX, y por tanto su supresión a principios de los años setenta generó una sensación de vértigo muy importante para los ahorradores norteamericanos acostumbrados a dormir tranquilos pensando que podían cambiar sus papelitos bancarios por una proporción de oro.»
«El nuevo patrón es por lo tanto el del dinero fiat, pero desde hace ya una década además es infinito por decisión de los bancos centrales más poderosos del planeta. Es decir, que se crea y se creará el dinero que sea necesario para mantener a flote bancos, grandes empresas sistémicas y a los propios Estados como ocurre en el sur de la Eurozona, añadiendo ceros a su deuda y con tipos de interés bajo cero(ya hablamos de ello hace 6 años en financial repression).
Algunos de los inconvenientes obvios son que estamos permitiendo la supervivencia de empresas zombies, ineficientes y endeudadas hasta las cejas, que repagan sus vencimientos con nuevo dinero creado por los bancos centrales a cambio de su papel mojado. Otro inconveniente letal es que los tipos bajo cero no solo mantienen a flote a los insolventes públicos y privados sino que incentivan aún más el endeudamiento privado.
Por todo ellos la solvencia ya no es un ratio a tener en cuenta. También será un caos el hecho de que todo esos tipos ultra-bajos se llevan por delante a todo aquel que haya hecho de la renta su modus vivendi u operandi, es decir rentistas particulares, fondos de pensiones, aseguradoras, fondos soberanos y demás dinero que quiera evitar la volatilidad de las bolsas. Hasta hoy llevamos sólo una década de tipos cero, pero el daño que van a hacer a medio y largo plazo las facilidades cuantitativas son letales para el mantenimiento de sistemas de pensiones de capitalización (tanto como el lo es para los sistemas de pensiones de reparto el envejecimiento de la población que estamos también sufriendo).»