El espacio contiene gases, estrellas, planetas, y basura, mucha basura, o al menos en lo que respecta cerca de la Tierra, porque resulta que alrededor de nuestro planeta tenemos flotando una gran cantidad de basura espacial, desde objetos que tienen el tamaño de una pelota de futbol al de una canica o incluso más pequeños, pero ¿cómo ha llegado toda esa basura y restos ahí arriba?
Pues como te puedes imaginar hemos sido nosotros, los humanos… hay satélites que han dejado de funcionar, piezas de cohetes y hasta desperfectos que se han ido produciendo en las naves espaciales –tales como restos de pintura o paneles desprendidos– que en su conjunto es lo que ha quedado orbitando nuestro planeta y denominamos basura espacial.
https://youtu.be/7ki-zmEWn0U
La basura espacial no es ninguna broma y se está convirtiendo en un problema cada vez más frecuente, sobre todo debido a que al orbitar alrededor de nuestro planeta su velocidad de impacto con otros objetos es muy, muy alta. Por ejemplo, a principios de año la ISS amaneció con una de sus ventanas astilladas y el pasado 23 de agosto, el «Sentinel 1-A» –uno de los satélites de la Agencia Espacial Europea lanzado en 2014 dedicado a recoger datos del clima– casi acaba fuera de su órbita por culpa del impacto de una partícula de menos de 5 mm en uno de sus paneles solares que causo una muesca de 40cm de diámetro y modificó la órbita y orientación del satélite, produciéndose un bajón en el suministro eléctrico que fue lo que alertó a los científicos de la ESA, quienes por suerte pudieron solucionar el problema de cambio de orbita.
Fuente: gizmodo