Os ponemos los dos gráficos de ambos segmentos de activos nos parece que en estos últimos meses están de lo más cobarde y contemplativos esperando un cambio de escenario el que hay no les viene bien y muestran su miedo con escaso rebote desde los mínimos de junio. Desde luego creemos que si el BCE mañana no decepciona Europa se podría convertir en un imán para atraer capitales como si fuera hierro.