FINANCIAL TIMES
El bullish global que comenzó en 1985 es ahora una de las más intensas en 700 años de historia del mercado de deuda, comparable con un aumento del desapalancamiento y el crecimiento económico que siguió a las guerras napoleónicas. A pesar de las predicciones de largo plazo sobre el final del mercado alcista de bonos que comenzó después de que el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, anulara la inflación en la década de 1980, la deuda del gobierno ha seguido aumentando este año, llevando la caída anual promedio de los rendimientos a 17.4 puntos básicos (0.174 puntos porcentuales) en los últimos 34 años.
Añadimos este gráfico de la caída de rentabilidad del bono a 30 años USA de tiempos de Volcker a Powell mientras la deuda pública estadounidense se ha ido al infinito y más allá lo que paga por ella a sus acreedores es cada vez menos y menos y menos mientras el futuro del bono sube y sube y sube. Y ya no si lo peor o lo mejor según para quien las cosas no tienen visos de cambiar si se siguen bajando tipos en USA. Los tenedores de deuda seguirán perdiendo en sus fondos de inversión si sus gestores no se cubren con futuros, y si no se cubren con futuros para qué demonios quiere alguien a gestores de fondos. Pasa como en Bolsa para perder pocas alforjas bastan. Lo normal es que los gestores no hagan nada por sus clientes si la renta variable baja como nada tampoco harán si la deuda pública baja. Hacer algo por el cliente implica trabajar y ese verbo no se conjuga en la industría del fondo. Los gestores y gestoras de vehículos de inversión colectiva lo que quieren son partícipes, más volumen de capital que su baje su cartera a muchos se las trae al pairo escondidos tras el largo plazo, con el tiempo se gana en bolsa y si no no hay mal que cien años dure.