Para reflexionar: renovarse o morir

Una carta de opinión ha sido publicada recientemente en el diario «La Crónica de Salamanca» donde un señor mayor expone sus vicisitudes para realizar una simple gestión –sacar dinero– en una sucursal bancaria de una reconocida entidad, la cual me gustaria exponerles a continuación, para que ustedes puedan sacar sus propias conclusiones al respecto y comentarlas si quieren, dado que las de servidora se las dejaré al final… sin más preambulos vamos al tema que describe dicho lector en su carta:

Con ochenta años se pueden cumplir una sola o ambas de dichas afirmaciones -ser mayor y ser viejo- con todo el respeto del mundo y les expongo un caso familiar muy cercano, el de una abuela ya que tiene tiene dicha edad y maneja el WhatsApp perfectamente e incluso navega por internet con su portátil para ver noticias, busca patrones de costura, recetas de cocina, ve videos sin problemas, etc, mientras que su esposo de casi la misma edad solo usa el movil para hacer/recibir llamadas y no toca el portátil ni con un palo por mucho que le hayamos enseñado…

Si partimos que hay personas que llevamos años sin pisar la sucursal de un banco –si quiero sacar dinero o ingresar tengo el cajero, para enviar dinero a otra persona puedo hacer una transferencia o usar una app como bizum o paypal y si quiero consultar mi cuenta lo hago a través del ordenador o por movil en cualquier momento–

Por tanto, ese hombre estuvo una hora en una cola para sacar su dinero cuando usando el cajero lo hubiera hecho mucho más rápido y encima en cualquier momento –por no mencionar que casi todo se puede pagar con tarjeta pero bueno, supongamos que quería sacar dinero para dárselo a alguien por poner un ejemplo-y respecto al asunto de que no ve bien, ¿porqué no usa gafas? –mis padres tampoco ven bien por la edad y por eso las usan–

Personalmente, creo que el problema no está en que el banco no trabaja como éste señor desearía –que a más de uno seguro también le gustaría– sino que el ni se ha adaptado a las nuevas tecnologías ni a lo mejor quiere aprenderlas. Y ojo, no solo veo ese problema en personas de 80 años, también muchos de 40, 50 y 60 que no quieren hacer uso de ellas cuando claramente son una ventaja.

Y es que ya no es solo para los bancos, es que podríamos ahorrarnos muchísimo dinero y tiempo si los trámites de la administración pública fueran electrónicos y de calidad en vez de «pase a ventanilla X» «espere turno» «solo de 10 a 12 los martes y jueves«, «traiga la fotocopia de X, Y y Z«, etc, etc

Posiblemente muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero es que a éstas alturas no le veo ninguna ventaja a la arcaica banca tradicional de ventanillas, cartillas y colas para simples operaciones, personalmente prefiero la digital y nos guste o no, es el futuro. El progreso pasa por alfabetizar a las personas en tecnología, no en seguir perpetuando sistemas caducos por que «yo no entiendo de cosas modernas«. Si puedes cocinar, limpiar la casa, conducir, trabajar y aprender, también puedes aprender a manejar una app o un cajero. En otros países la gente no tiene problemas a aprender el uso de nuevas tecnologías, aquí parece que da alergia. La tecnología y la sociedad avanza.