De mediados de diciembre a mediados de enero han experimentado un empuje alcista producto del apetito inversor por el sector, pese a endurecer la banca el acceso a las hipotecas el ladrillo vive un repunte, también mejora su rentabilidad a tres años de noviembre a enero se nota la evolución creciente de la rentabilidad de este segmento de activos.
Este año mismo solo en lo que llevamos de año 2020 tiene la rentabilidad de casi la totalidad del año 2019 le faltaron cinco puntos porcentuales. Así pues ladrillo y renovables han arrancado muy bien este ejercicio, pero claro, no es como empiezan es como acaban las cosas.