Estamos llegando a un punto en los procesos de selección de personal realmente surrealista, para un puesto de trabajo muchas veces tras cumplir con los requisitos de sobra en formación e incluso de experiencia al aspirante se le hacen preguntas que van desde lo estúpido a lo inmoral, solo tienen una misión encontrar al mejor profesional al que se pueda explotar y encima que de las gracias a final de mes por su contrato parcial, precario en cuanto a condiciones y mísero en lo salarial. Los trabajadores deberían ya cortar de raíz este tipo de prácticas, levantarse e irse ante supuestos expertos en recursos humanos, cuando en realidad estos tienen una orden previa y precisa de lo que la empresa o empresario quiere, el resto decoración para parecer una firma moderna.