Zerohedge se está empleando muy a fondo en hacer un seguimiento real de la evolución epidemiológica del coronavirus chino … y ha demostrado fehacientemente que la administración estatal miente, no dice la verdad y manipula datos reales. No se entiende si no se tiene nada que esconder. Aquí los afectados por el aceite de colza se escondieron e incluso se imputó la causa a otros componentes tóxicos que los realmente verdaderos, una fuga biológica al consumo humano de un proyecto estadounidense donde el problema no era el aceite de colza barata que compraban en las calles los madrileños humildes, el tóxico estaba en los tomates a los que se vertía el aceite para aliñarlos. Los que ingerían el tomate presentaban un síndrome que como no se sabía que era ni que lo provocaba ciertamente más que los efectos sobre el ser humano se le denominó «neumonía atípica».
Sobre este síndrome mi admirado ídolo y mi muy llorado periodista Andreas Faber Kaiser descubrió el pastel y pagó con su vida haberlo hecho. El Dr. Muro pagó con su carrera profesional también descubrir y demostrar con datos y pruebas LA VERDAD.
La verdad oficial fue esta:
El síndrome del aceite tóxico, también conocido como síndrome tóxico o enfermedad de la colza fue una intoxicación masiva sufrida en España en la primavera de 1981. El primer caso apareció el 1 de mayo de ese año y el 10 de junio se descubrió el motivo que los causaba. La enfermedad afectó a más de 20 000 personas, ocasionando la muerte de unas 1100 personas, según los estudios forenses y análisis clínicos recogidos por la sentencia que condenó a los responsables de la intoxicación.
En 1989 el Tribunal Supremo de España consideró probada la relación de causalidad entre la ingesta de aceite de colza desnaturalizado y la enfermedad, condenando a los industriales responsables de la distribución y comercialización de este aceite, y al Estado como responsable civil subsidiario.Según la sentencia, el aceite de colza, desnaturalizado para uso industrial, fue desviado conscientemente y por «un desmedido afán de lucro», al consumo humano.
Su periodo de latencia es de alrededor de 10 días. La relación entre mujeres y hombres fue de 1,5 a 1, afectando en mayor medida a los grupos etarios de las tercera y cuarta décadas de la vida.
La verdad que se ocultó a la sociedad fue esta:
Algunos investigadores sostuvieron que la masiva intoxicación no fue provocada por el aceite de colza sino por la mala utilización de productos organofosforados en una plantación de tomates en Almería.10 Dicha denuncia incluso implica algún tipo de prueba militar de guerra biológica. Estos investigadores se basaron en que se había intentado reproducir la enfermedad en un laboratorio administrando el aceite de colza a cobayas y no se ha logrado obtener los mismos efectos que sufrieron los pacientes. El Dr. Muro fue el primero en investigar las intoxicaciones descartando que pudiera deberse al aceite, pues había enfermos que no había consumido dicha sustancia que habían enfermado y otros que sí la habían consumido y no habían enfermado.10 Fue cesado de su cargo de director del Hospital del Rey.10 Otros investigadores señalaron que sólo un 3 por 1.000 de los consumidores del aceite sospechoso estaban afectados.10
La hipótesis alternativa es que la intoxicación tuvo su origen en una partida de tomates cultivados en Roquetas de Mar (Almería), previamente tratados con un compuesto organotiofosforado (la partícula -tio- indica presencia de azufre en el compuesto), el fenamiphos (comercializado con el nombre de Nemacur), combinado con isofenphos (comercializado con el nombre de Oftanol).11 Tanto es así, que el anterior mencionado Dr. Muro, se lanzó el 13 de mayo de 1981 a predecir nuevos focos de afectados: dado que había seguido la pista de la enfermedad y había logrado dar con la red de distribución del producto venenoso, notificó en la tarde del 13 de mayo a los doctores Munuera y Cañada —subdirector general de programas de Sanidad— dónde exactamente iban a aparecer nuevos casos de afectados al día siguiente, con especificación de poblaciones y de calles. Al día siguiente, 14 de mayo, aparecieron efectiva y puntualmente estos nuevos afectados en las poblaciones y en las calles indicadas por el Dr. Muro.
Luis Frontela, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla, realizó un experimento en donde se alimentó a ratones con pimientos y tomates que previamente habían sido tratados con un nematicida organofosforado (3metil-4-metiltiofenil isopropilamido fosfato) y a otros con aceite de colza. «Entre el 1 % y el 20 % de los animales así alimentados han muerto. El resto reproducen las principales lesiones del síndrome tóxico. En cambio los ratones a los que se les ha suministrado aceite de colza lo único que han hecho es engordar»
FUENTE WIKIPEDIA que no es sospechosa de ser una web conspiranoica
La historia está llena de miserias y miserables , como siempre enseguida se echa cal viva a estos asuntos y se tapa para que no huelan más a podrido y haya un levantamiento o escándalo social que cueste puestos políticos y malestar en la relaciones internacionales. Así que no diga nadie que «malos son los chinos» porque el país inocente que tire la primera piedra.