En el tablero semanal de rentabilidad anual queda claro que solo hay dos tipos de activos que están a salvo del chaparrón de volatilidad e iliquidez que cae sobre los mercados de capitales.
La deuda pública que se viene a cero para facilitar que los estados hasta ganen dinero por emitir papel y seguro que a más tipos negativos hace que los futuros sobre bonos ganen en atractivo para los inversores y luego también el Oro que ante la avalancha de fotocopias de dólares y euros las manos fuertes y bancos centrales buscan en él valor tangible que tener en sus carteras.
Todos ansiamos oír las palabras mágicas «terapia efectiva» , «medicamento eficiente» y vacuna contra el COVID19 mientras no se materialicen vamos a seguir sufriendo socialmente, económicamente a partir del próximo mes de abril irán llegando datos macro y micro que darán mucho miedo y tendremos que asumirlos como producto de una accidente del que se va a recuperar el activo en cuestión, lo malo es que claro, no todas las empresas se recuperarán igual de rápido, aquí no es salir de la cuarentena y seguir todo como cuando se entró en ella como si no hubiese pasado nada.
Para alguna si, para otras no tanto, a otras le costará mucho y porcentaje de ellas esperamos que sea el más bajo posible no lo haga nunca y tenga que cerrar sus puertas definitivamente porque si andaban mal esta crisis las habrá matado definitivamente, aquí no va a correr el mundo a hacer turismo, a consumir e invertir, el COVID19 dejará una fuerte huella que nos hará cambiar nuestras prioridades de gasto, y la banca que lo sabe cerrará el grifo del dinero para no tener problemas con un incremento de la morosidad.
EEUU de tener simplemente algunos casos aislados hace una semana, ahora es la primera nación con mayor número de contagios superando a China, Italia y España y vamos a ver que porcentaje de muertes tendrá sobre el total de contagiados por su pésima red socio-sanitaria.