La crisis del COVID19 dejará tras de si una huella difícil de borrar para una o varias generaciones incluso, la misma huella que deja una guerra donde tras ella sucede lo mismo que cuando perdemos algo o a alguien que no valorábamos lo suficiente y lo echamos en falta o de menos cuando nos lo quitaron o se nos ha ido para siempre. Esta pandemia nos ha enseñado muchas cosas nos ha señalado que el poder político no ha estado a la altura de la ciudadanía, que la administración pública esta gestionada por muchos parásitos y que los funcionarios están muy por encima de sus cargos públicos afortunadamente.
El problema tras el combate es restañar nuestras heridas, el COVID19 a un país como el nuestro de pandereta, de sector terciario , ocio y turismo lo va a destrozar hasta que pase el suficiente tiempo o que llegue la ansiada vacuna para volver a nuestra anterior normalidad que ya no era buena todo sea dicho de paso. En Renta Variable era de las peores del mundo a tres años con esta pandemia nos ha hecho la peor. A España la vemos partida en dos trozos, no mitades, dos secciones asimétricas donde uno podrá recobrar el rumbo perdido tras el temporal de miedo, aislamiento y muerte y otra sección que quedará desenganchada porque la recuperación será como desescalonamiento, lento y por sectores mercantiles. Para la España insular será más terrible el castigo porque será la última en recuperar debido a la extrema dependencia del turismo
Según fuentes consultadas se estima que el 30% de autónomos y PYMES no vuelvan al mercado y buena parte de las grandes empresas tengan que despedir personal por la bajada del consumo y en espera de la total recuperación que no llegará hasta que llegue la vacuna. Esto traerá consigo pérdida del poder adquisitivo, aversión al riesgo, aumento de la propensión al ahorro y el efecto contrario en la inversión, bajadas de precio de la vivienda tanto en venta como alquiler no descarten que a niveles post-subprime, endurecimiento de los préstamos hipotecarios, no sigo con el inventario porque voy a parecer un pájaro de mal agüero y nunca me ha gustado ese papel.
Este informe del elconfindencial.com me parece espectacular para todos poniendo números o cifras a de todo un poco para que comprendamos como va a ser el día después, y ya no digo nada si el coronavirus vuelve otra vez como el turrón por navidad y sigamos sin vacuna total o altamente efectiva.
Lo peor de todo es que los que tendrían que arreglar esto seguirán sin darse cuenta de que lo que realmente da riqueza a un país son la industria y la fabricación de productos de alto valor añadido. Muchos seguirán con sus mantras de que en España las empresas pagan pocos impuestos cuando eso es mentira y yendo a degüello por los empresarios. Como se dijo muchas veces, no es cuestión de ensalzarlos como dioses pero tampoco de atacarlos vez tras vez. Si en España las empresas pagaran pocos impuestos habría cola para abrir aquí y eso no es así. Tesla misma se va con su fábrica de baterías a Alemania y ahí no creo sea precisamente por ser la mano de obra barata.
En fin… país de servicios, país de suplicios.
Un saludo.