Europa se queda atrás en el rebote o recuperación de los mercados según quien lo mire pero se extiende el sentimiento que de una tirada no va a ser y será necesario consolidar lo subido desde marzo si no en profundidad si parece que va a ser en tiempo, no nos queda otra que esperar a que salte el fármaco eficiente contra el covid19 y que se aplane y baje su curva de contagios y muertes. El caso brasileño es dantesco. En el mundo diez millones de contagiados y medio millón de muertos. Hay que ser agradecidos a las autoridades políticas y económicas occidentales sobre todo, sin ellas el drama habría sido «también» financiero, ha sido social, político, económicos pero parece que los Bancos Centrales del mundo han salvado los mercados financieros.
Aunque sea materialista o neoliberalista hay que reconocerlo, si no se hubieses puesto un torniquete de dinero (que luego será deuda porque nada es gratis) ahora estaríamos en una gran depresión muy superior, pero vamos ni comparación a la de 1929, en aquellos años el mundo financiero era cuestión de oligarquías nacionales que se podían dar el lujo de tener inversiones en bolsa, es decir la bolsa era el juego de la aristrocracia del momento, hoy en una aldea global donde juegan a ella hasta los estudiantes el desastre habría tenido connotaciones sangrientas.
Hasta los más acérrimos liberalistas reconocen que sin el papel protector del Estado y los Bancos Centrales todo el daño del covid se habría elevamos a la enésima potencia al menos en estos meses … hoy tendríamos las bolsas por debajo de los mínimos del siglo es con la ayuda recibida y algunas los han tocado o acercado, sin ella os contamos un cuento. Todavía algunos se preguntan que por qué los estados y bancos centrales no permitieron coadyuvados por el covid «el gran reseteo» de la economía, que bien se habla, piensa y opina desde la seguridad u opulencia porque quien dice esto seguro seguro que está a salvo económicamente de todo y le es indiferente que el mundo se venga abajo en dos días porque el está inmunizado.
Así que menos críticas y más agradecimientos al sistema del que para bien o mal gozamos … igual no es el perfecto, ni el mejor de los posibles desde luego pero al menos evita los daños colaterales de las crisis cíclicas bien sean por factores endógenos: puntocom, subprime o por exógenos como esta por la pandemia. Muchas empresas han podido abrir otra vez gracias al criticado papá-estado por los liberalistas, muchos de ellos con rostro de piedra porque luego en las vacas gordas no se acuerdan con sus impuestos de socializar las ganancias, pero cuando pierden corren a las faldas del gobierno a pedir de todo.