La debacle financiero-bursátil de Repsol no ha sido una excepción en el sector ha sido la norma, la comparamos con Total en todo este siglo XX con gráficos ajustados a dividendos para que luego digan que a largo siempre se gana, bueno algunos dirán los dividendos de veinte años ya son dividendos y claro también el IPC y comisiones periódicas del intermediarios también son gastos.
Repsol y el sector en Europa tendrán que adaptarse a los nuevos paradigmas del tránsito y cambio energético porque si no mueren, en una década no habrá coches a combustión en nuestras carreteras y esto no es una profecía es una realidad como que el dinero en efectivo se usará de modo muy residual hasta que se deje de usar para pasar al digital. Los años pasan que es una barbaridad de rápidos y los imperios mercantiles se pueden quedar en una aldea desvencijada o incluso quebrar.
Estamos en tiempos donde quien no se adapta muere, lo malo es que aún hay mucho empresario que rige su empresa bajo los caducos criterios del siglo XX del máximo beneficio al mínimo coste, de sustentarse en el mercado abusando de sus recursos humanos, de no invertir en I+D+i en fin … que veremos a muchos bluechips europeos porque tampoco es un mal español solo cotizar en suelos durmientes.
Los precios de hoy en Repsol y Total son los de marzo 2003 y están muy por debajo de cómo iniciaron el siglo, así que señores cambiad también de mentalidad en bolsa, no existen los plazos temporales solo las rentabilidades. El tiempo ya no sirve más que para expoliar la cuenta de valores a los ahorradores, si usted va a un gestor o gestora o entidad bancaria y le vienen con el cuento de que a largo se gana siempre, muy fácil de pillarles, muy bien , le dejo mi dinero a diez años para que usted lo gestione como mejor crea pero eso si , al finalizar el tiempo me tiene que garantizar el total invertido, verá como todo serán peros y frases hechas y lo único que le van a ofrecer es un fondo garantizado con más trampas que una película de Jackie Chan, en determinados momentos de volatilidad o tras ella si quiere mantener el fondo garantizado tendrá que hacer ingresos extras y si no ingresa garantías , muy bien, no le garantizan el fondo.
Interesante reflexión. Me quedo con dos frases:
– los imperios mercantiles se pueden quedar en una aldea desvencijada o incluso quebrar
– el tiempo ya no sirve más que para expoliar las cuentas de valores de los ahorradores
El artículo está muy centrado en Repsol, pero la reflexión también podría aplicarse a un sinfin de empresas tanto grandes como medianas: Telefónica, Santander, BBVA, Sabadell, Zardoya, OHL, Indra, Técnicas, Ezentis, Amper y tantas otras que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos de demandas demostrando ser gigantes con pies de barro. Y lo peor es que para sortear su crisis no se les ocurre más que fusionarse con otras empresas del sector y/o reducir plantilla sin solucionar sus problemas estructurales por lo que seguirán teniendo dificultades para progresar y volver a ser rentables.
En enhorabuena por el articulo. Ya era hora que alguien hablara alto y claro poniendo en evidencia los edulcorados mensajes de los dirigentes de estas empresas haciéndonos creer en expectativas de futuro que nunca van a llegar con ellos al frente. Pero a la Bolsa no la engañan. Hacen falta directivos como Frank Slootman el CEO de Snowflake. En 16 meses logró duplicar ventas y triplicar la valoración de la empresa. Lo que a Slootman le haya faltado en sensibilidad lo ha compensado con resultados. Aquí valoramos justo lo contrario. Un Slootman no sería visto con muy buenos ojos en Telefónica o Repsol porque tomaría decisiones drásticas y políticamente incorrectas. Pero el mercado bursátil sí que se lo agradecería.