Este año pasará a la historia por varias cosas, la más mala por la pandemia con sus respectivos brutales daños humanos, sociales y económicos, en el orden financiero ha sido un buen año paradójicamente porque Wall Street ha hecho nuevos techos absolutos.
Que el agua sea ya considerada commoditie y por lo tanto incorporada al mercado de futuros del Chicago Mercantile Exchange no sabemos si es una buena o mala noticia. Desde luego tiene pros y contras, si por un lado es cierto que especular con bien tan preciado por escaso y necesario es una falta de ética, también es verdad que se puede constituir en un arma de defensa de los que necesitan el oro transparente, tal cual un agricultor puede usar futuros para asegurarse precios futuros de su futura cosecha.
Gabriel Bulgakov lo explica de película con su habitual tono objetivo pero con toques críticos y ácidos sin entrar en ideologías sobre lo que se esconde en la tramoya política , económica y financiera del mundo.
Tampoco hay que rasgarse las vestiduras por incorporar al agua al mercado de futuros ya estaba en el mercado de hace bastante tiempo en decenas de fondos de inversión temáticos o ETFs indexados a los grandes índices globales del agua. Hasta sinceramente ha tardado mucho en llegar al CME.
Somos de la opinión que hay que estar invertidos in eternum en Oro y en Agua.