Como si de un índice más se tratara , como los bluechips de cualquier economía financiera, y atención que este segmento de mercado se aproxima a los 1.5 billones de capitalización siendo el último tercio «solo en febrero» y su catálogo llega a inventariar casi 4.500 criptodivisas.
Como vulgarmente se suele decir «se han salido de madre» y hay que ponerles un filtro muy alto para darnos cuenta de su revalorización de las top ten la mitad han subido más del 25% en una semana y la que menos ha subido lo ha hecho un 10%.
Nos tememos que para el status quo o stablishment sea como una presa que se rompe por superar el caudal que podría acumular. Ahora bien no sabemos si toda esta avalancha de nuevo dinero va a asolar a toda la economía que encuentre a su paso o no.
Nadie por el momento va a comprar y vender en criptos pero ya se dan los primeros pasos para que así sea, si las criptos se convierten en moneda de cambio entonces si van a pasar cosas, esta irrupción transversal de las criptomonedas que ya avisaron en su día pero fueron reprimidas puede ser el golpe final al dinero oficial en muy poco tiempo.
Las divisas digitales se nos antojan un verdadero fracaso porque son justo el polo opuesto a las criptodivisas, pero claro , los bancos centrales no van a dejar que les hagan la competencia, no es difícil imaginar que se van a imponer a la masa normativas ad-hoc para favorecer a las oficiales y dejar fuera de juego a las virtuales.
Estamos hablando a fin de cuentas de ser controlados por el dinero o impedir que ello suceda, el factor anonimato es determinante, pero claro las agencias tributarias tienen mucho poder y solo basta con pedirle a una plataforma de criptos que o permite ver la titularidad del dinero de sus ciudadanos o que se olvide de tener como clientes a residentes en su país. Así de crudas se van a poner las cosas. Y cuidado porque como las agencias tributarias tienen cuatro años de derechos retroactivos, dentro de cuatro años pueden cazar a miles de ciudadanos que están ganando hoy sin declarar tales ganancias gracias al «anonimato» que permite las criptos.
Vamos a ver una lucha sin cuartel entre el viejo y el nuevo dinero … siendo el nuevo mucho más veraz, libre y transparente que el viejo.
