La curva de la rentabilidad de la deuda pública desde los mínimos de marzo del año pasado parece que si bien no tanto como las bolsas si ha subido constituyendo actualmente un problema cada vez más grave para economías cada vez más y más endeudadas con el agravante pandémico, y eso gracias a los Banco Centrales porque de lo contrario estaríamos viviendo un escenario dantesco que ríase usted de cuando Draghi dijo aquello del «Whatever it takes» del 2012.
El mejor comportamiento de la rentabilidad de la deuda pública es el español de las cuatro economías que os hemos comparado. Y lo curioso es que en términos de PIB y riesgo país somos lo peor de lo peor, así que ya veis como el BCE obra milagros. Nuestro MISERY INDEX (paro+inflación) es de los más altos del mundo y por encima nuestro solo países sin economía o economías técnicamente quebradas.
