Han sido muchas las narrativas –cuentos– y aquí se detalla la mayoría de ellas, de tal modo que, como pone de manifiesto el analista y médico jubilado Juan Gérvas, miembro del equipo CESCA, se está conformando una manera de ver la pandemia sin apenas críticas a lo que se hace desde las instancias oficiales, y sobre todo sin que se entre en otras medidas que facilitarían su erradicación.
Las historias son narrativas, cuentos que sirven para transmitir ideas y que cambian conductas. A todos nos gusta oír y contar historias, boca a boca, a familiares, amigos y conocidos, también en las redes sociales, historias al viento.
Las narrativas pueden ser ciertas o falsas, pero tienen capacidad de cambiar el mundo.
Por ejemplo, una narrativa falsa y poderosa es “la vivienda nunca baja de precio”. Con esa narrativa, con esa mentira en forma de historia breve, se ha construido una creencia firme en la que todo el mundo está de acuerdo, y que nos lleva a comprar imperativamente una vivienda y si es preciso, hipotecándonos de por vida.
Así, las narrativas gobiernan nuestras vidas.
Nos gusta contar historias que sean “contagiosas”, que a otros les guste también contar. Es decir, nos gustan las narrativas comprensibles y fáciles de transmitir. Que tengan mucha lógica, real o aparente, y que “pidan” ser contadas. Que tengan simplicidad y “fuerza”.
Si lo piensa bien, el mundo está lleno de narrativas, de esas historias volanderas que cruzan incluso las barreras de las clases sociales y de las fronteras nacionales.
Y como no podría ser de otra forma, las narrativas también sirven para manipular.
Cuando las cuestiones son complejas, lo fácil y tentador es encontrar respuestas sencillas –y generalmente equivocadas-. De ello ha habido mucho durante la pandemia, en parte por puro desconocimiento, en parte por deseo de gobernar sin complicaciones, y en parte por maldad, para aprovechar la pandemia como oportunidad de negocio. Para mantener el estado de alarma se ha empleado el crear pánico, el inyectar miedo, pero sobre todo se han empleado narrativas contagiosas y manipuladoras.
Veamos unos ejemplos de narrativas con falacias y mentiras que se han empleado para manipular a la sociedad durante este último año:
1. De ésta saldremos mejores.
2. No se pueden hacer comparaciones con otros países.
3. Ahora no es el momento de discrepar ni de criticar.
4. Los que ponen en duda las normas son terraplanistas.
5. Hay que hacer lo que dicen los “expertos”.
6. En España el virus ha sido particularmente violento.
7. Somos un pueblo ingobernable.
8. La gente no respeta las normas.
9. Los jóvenes son irresponsables, les importa un bledo que mueran sus abuelos.
10. Confinar es la única manera de controlar al virus.
11. Los viejos mueren por ser viejos, hay que aislarlos todo lo que se pueda.
12. Para aplanar la curva hay que lograr que todo el mundo cumpla las normas.
13. Ese Fernando de la pandemia, el de la tele, es el mejor del mundo. ¡Qué bien lo explica todo!
14. Estar en la playa y en el campo sin mascarilla es querer matar a los demás.
15. La atención médica por teléfono es lo mejor.
16. Si funciona mal la sanidad pública, la privada es barata.
17. La educación a distancia es el futuro.
18. Si funciona mal la educación pública, la privada es muy conveniente.
19. La mascarilla (barbijo, tapabocas, bozal) es un seguro de vida.
20. Las mascarillas han venido para quedarse; evitan la covid19, y también la gripe y otras muchas enfermedades.
21. La pena es que no gobiernen los expertos.
22. Está bien eso de que los expertos nos expliquen las cosas pues sólo ellos las entienden.
23. Los negacionistas merecerían ser encarcelados.
24. Le tienen tirria a Bill Gates por envidia, como a todos los filántropos, Amancio Ortega incluido.
25. ¿Una Renta Básica a todo el mundo? ¡Lo que faltaba! El pobre lo es porque no se esfuerza, la renta básica lo reforzaría en no hacer nada.
26. Los que más contagian son niños y adolescentes.
27. Si algún país ha controlado la pandemia es porque es una isla, como Nueva Zelanda y Taiwán, por ejemplo.
28. En Suecia muchas terrazas abiertas y libertad, pero uno de los peores países del mundo en mortalidad.
29. Hay que evitar el debate sobre las medidas de la pandemia, no conviene que haya dudas ante el confinamiento y demás.
30. Los profesionales sanitarios son los héroes de la pandemia.
31. Mueren más los trabajadores de primera línea porque no se cuidan.
32. Los inmigrantes son los que traen las mutaciones del virus.
33. Hay que adelantar el toque de queda.
34. Deberíamos denunciar a los que no cumplen las normas.
35. Las multas y los castigos no son suficientes, hay que incrementarlos.
36. Esto de la pandemia requiere “mano dura”.
37. Las vacunas son la única solución de la pandemia covid19.
38. Los riesgos de las vacunas son mucho menores que los riesgos de la covid19. Y mucho menores que tomarte un “protector del estómago”, la píldora anticonceptiva, el simple ir andando por la calle, ¡y no digamos el montarte en un autobús!
39. Las vacunas las necesita todo el mundo, embarazadas incluidas. También quienes han pasado covid19
40. Tendría que ser obligatoria la vacunación de los sanitarios, y de los profesores. ¡Y el que no se vacuna, a la calle!
41. Quienes no se vacunan son, además, idiotas y malos.
42. Las vacunas tienen más efectos adversos en los países nórdicos, por su genética.
43. Las vacunas nos harán libres.
44. ¿Vacunar a vagabundos, inmigrantes sin papeles y temporeros “ilegales”? ¡Ni hablar, vienen por eso, por el turismo sanitario!
45. No pasa nada porque se vacunen primero las autoridades, yo también lo haría si fuera autoridad.
46. Si hay una muerte por millón causada por las vacunas, ¿qué importancia tiene en realidad? Ninguna. Y si es por cien mil, lo mismo. Idem si es por diez mil.
47. Todas las vacunas son seguras.
48. Las vacunas funcionan.
49. Todas las vacunas son iguales.
50. Con las vacunas podremos volver a la normalidad de siempre.
51. Habría que hacer un pasaporte vacunal, y quien no esté vacunado que no pueda salir de su casa.
52. Ya se está viendo el efecto de las vacunas en los asilos.
53. En España no hay un sistema especial de compensación por daños de las vacunas, pero es que hacen muy pocos daños. Este sistema lo hay en Alemania, Austria, Francia, Islandia, Italia, Japón, Noruega, Suecia, Suiza y otros países porque allí las vacunas hacen más daños.
54. Si hay quien se infecta después de vacunarse es que algo habrá hecho mal.
55. Las vacunas no van a forzar al virus a mutar.
56. Quienes se vacunan no transmiten el virus.
57. Te vacunas y ya. Bueno, a lo mejor hay que revacunar y revacunar, como con la vacuna de la gripe, pero no pasa nada.
58. Hay que vacunar a niños y adolescentes, cuanto antes.
59. Hay que vacunarse por uno mismo y por los demás, y quien no se vacuna padece un egoísmo insufrible.
60. Siempre ha habido antivacunas contra el progreso y la ciencia. No hay que darles voz, ni siquiera discutir sus argumentos.
Con estas narrativas sobre la pandemia se consigue, especialmente, calmar la angustia de la gente, pues tales historias breves dan respuesta a todos los interrogantes y explican con sencillez y aparente ciencia el devenir de la pandemia.
¿Son narrativas manipuladoras sin ética y contra la solidaridad? No importa, dicen los cínicos… “lo que vale es que dan respuestas que crean creencias compartidas. Unen y dan seguridad en tiempos de incertidumbre”.
En realidad, lo peor es que las narrativas imponen un marco de forma que no se puede salir del mismo. Por ejemplo, bloquean todo debate sobre las vacunas sociales –la mejora de la sociedad– pues lo más que podemos hacer es debatir sobre las vacunas biológicas: que si AstraZeneca, que si Pfizer, que si re-vacunar, que si impacto en Israel, que si el efecto adverso en Noruega, que si trombosis-embolias-hemorragias, que si 1% por millón, que si los antivacunas,…
Nos engañan con las narrativas manipuladoras de la pandemia, pero, sobre todo, con ellas delimitan el campo en el que pensar. Fuera de ellas, solo existe la nada. La seguridad que conllevan las narrativas al uso la pagamos con sufrimiento inenarrable, con miles de muertos y con la destrucción de la economía. ¿Hasta cuándo?
Fuente: Juan Gérvas – Acta Sanitaria
actasanitaria.com/narrativas-manipuladoras-covid19-vacunas-incluidas/