Sobre el 2.7% el BCE empezará su particular «tapering»

Es decir que Lagarde ha amenazado a las economías de la eurozona que una superación de la media del IPC por encima del 2.7% la política de estímulos es decir mayormente la compra de bonos soberanos se irá reduciendo, ya solo le faltaba al precario Gobierno de Sánchez acosado desde todos los flancos que encima el BCE le de por ir reduciendo sus compras de deuda española.

Si hace esto nuestra economía empezará a tambalearse y nuestro riesgo-país a aumentar proporcionalmente al tapering que vaya aplicando el banco central europeo, esto claramente nos elevaría la rentabilidad de la deuda pública peligrosamente y más en la situación que estamos junto con Italia, Portugal y Grecia aunque el realidad somos el  que peores números macro  de la OCDE presentamos entre las grandes economías.

Si estamos en el G-20 somos el 20 vamos para entendernos todos y si encima no nos compra la deuda pública vamos a tener que empezar a pagar desde vencimientos cada vez más cercanos y cada vez a mayor rentabilidad para poder colocarla.

El problema podría venir paradójicamente por la recuperación de la economía al llegar la nueva normalidad una masa de ahorro y liquidez ansiosa por invertir y gastar podría relanzar el consumo y si aumenta el consumo los precios se vienen arriba y lo que ganamos por crecimiento económico seguramente lo perderemos por los intereses de la deuda.

El Tesoro de los EEUU ya avisa de una subida de tipos al menos puntual para controlar el IPC y Powell está cambiando descaradamente de opinión con respecto a los estímulos de la economía estadounidense a la vista de su potente recuperación y ya está haciendo su tapering, operaciones que «calcará» el BCE sin lugar a dudas, primero tapering luego subida de tipos.

Si el Bono español a diez años fuese una empresa cotizante diríamos que ha hecho doble suelo entre  2019 y 2020 y además de los de verdad porque esos niveles de financiación tan bajos no los vamos a volver a ver salvo desgracias varias. Este año 2021 la rentabilidad del bono español cabalga sobre una pendiente alcista de 45 grados. Por encima de 0.50 entramos en zona de precaución a partir de 1 en zona de peligro.

Y recordad que el incremento de la rentabilidad de la deuda pública trae consigo caídas de los futuros sobre bonos y una aversión al riesgo dado que al subir el dinero por prestarlo al Estado los inversores se hacen reacios a la renta variable. Por otro lado las empresas también sufren para colocar sus emisiones de bonos , la deuda corporativa se resiente, tanto por el IPC como por la prima de riesgo que obliga a subir los tipos que ofrece a los bonistas a cupón.

 

 

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