Todos estamos oyendo , leyendo y viendo todos los días como las big techs dirigen sus objetivos corporativos hacia el concepto «nube» al que se irán incorporando cada vez más y más empresas de todo tipo desde multinacionales a nano empresas altamente especializadas en un solo producto con muy pocos recursos pero con una excelente facturación y futuro.
Amazon Web Services (AWS) fue el principal proveedor de servicios en la nube en el segundo trimestre de 2021 y representó el 31% del gasto total, tras crecer un 37% sobre una base anual. Su empresa matriz, Amazon, anunció recientemente catorce nuevos proyectos de energía eólica y solar a nivel mundial y afirmó ser el mayor comprador corporativo de energía renovable del mundo, superando los 10 GW hasta la fecha. Parte de esta energía se utiliza para apoyar los centros de datos de AWS, varios de los cuales ya son neutros en carbono. En la actualidad, el 40% de las operaciones de Amazon funcionan con energías renovables y tiene previsto que el 100% se abastezca de ellas en 2030. AWS tiene previsto alimentar sus operaciones con un 100% de energías renovables para 2025.
Microsoft Azure fue el segundo mayor proveedor de servicios en la nube en el segundo trimestre, con una cuota de mercado del 22%. Creció un 51%. Microsoft es neutral en cuanto a emisiones de carbono desde 2012 y su objetivo es ser negativo en cuanto a emisiones de carbono y positivo en cuanto a agua para 2030. Planea producir cero residuos para 2030, con sus Centros Circulares que reutilizan servidores y otro hardware de sus centros de datos. Microsoft también está innovando con centros de datos submarinos y pilas de combustible de hidrógeno, y planea que sus centros de datos se alimenten al 100% con energías renovables para 2025. Ha puesto a disposición del público una calculadora de emisiones en la nube para ayudar a los clientes a analizar sus emisiones de carbono.
Google Cloud creció un 66% en el último trimestre y representó una cuota de mercado del 8%. Logró la neutralidad de carbono en 2007 y compró más energía renovable que la cantidad total de electricidad que utilizó por primera vez en 2017. A partir del año pasado, Google anunció que había eliminado todas sus emisiones históricas de carbono mediante la compra de compensaciones y estableció el objetivo de hacer funcionar todos los centros de datos y campus con energía renovable para 2030. Google ha impulsado la transparencia de la sostenibilidad publicando la eficacia del uso de la energía (PUE) para todos sus centros de datos. Google Cloud también ha desarrollado modelos de aprendizaje automático para apoyar las cargas de trabajo basadas en la disponibilidad de energía renovable para sus clientes.
El impacto medioambiental del sector tecnológico está en el punto de mira a medida que los gobiernos, las empresas, los consumidores y los inversores aumentan los objetivos y las expectativas de sostenibilidad. «La concienciación sobre el uso de la energía y las emisiones de carbono de los servicios digitales prestados desde los centros de datos operados por los proveedores de servicios en la nube es cada vez mayor. Pero los principales proveedores también están a la vanguardia de los esfuerzos de resiliencia ambiental», dijo el analista de investigación de Canalys, Blake Murray. «Las mejores prácticas y la tecnología utilizada por estas empresas se filtrarán al resto de la industria, mientras que los clientes utilizarán cada vez más los servicios en la nube para aliviar algunas de sus responsabilidades ambientales y cumplir con los objetivos de sostenibilidad.»
La nube según nuestra opinión tiene que formar parte de nuestras carteras de forma estructural vía un ETFs o comprado alguno de estos tres grandes proveedores. Respecto a las empresas tenéis información de sobra por todas partes pero si es bueno ir viendo con calma y uno a uno ETFs que podamos adquirir con pasaporte español o estadounidense si se tiene cuenta profesional sobre este sector para indexarnos a él de forma permanente.
Os ponemos el gráfico de un índice sobre la nube al que replican varios ETFs de creadores de mercado de primera línea. El gasto mundial en la computación en la nube se fue a 47.000 millones de dólares solo en el segundo trimestre del año. Ahora os toca a vosotros ir mirando qué tiene dentro cada ETF que se comercialice y comparando unos con otros para elegir el mejor, mejor en el sentido de la correlación con el subyacente porque obviamente nadie sabe quien lo va a hacer mejor que otro, solo quien lo ha hecho y/o lo hace.
también tenemos índice sobre el sector «nube» en Alemania