Malhumor salmón 27 de septiembre

El amarillismo de la prensa ha brillado por su total presencia en el desastre de La Palma, tratando de hacer periodismo las cadenas nacionales han enviado a sus principales  profesionales a tratar de rentabilizar audiencia gracias a la tragedia humana, han vuelto a hacer lo mismo que con el tren gallego, lo pusieron mil veces,  no han tenido en cuenta a los afectados, una y otra vez casas engullidas por la lava, hacer un casting previo a ver quien ha perdido más o estar en una estado emocional más lamentable  para que salga a cámara en directo, mientras tras el directo a ocupar alojamientos que no hay ni para los isleños desalojados  porque  La Palma no tiene capacidad para tanta gente entre periodistas y científicos.

Aplaudimos la decisión de la TV Canaria en La Palma que también ha sido muy elogiada porque la ética y la moral  se deben anteponer no a la información sino al periodismo de tabloide.
«La televisión autonómica de Canarias anuncia que no mostrará imágenes que puedan resultar dolorosas para las víctimas del desastre.»

Muchos hemos sentido vergüenza de ver a Griso, Piqueras, Brasero, Manu Sánchez, vamos hasta Lydia Lozano del «Sálvame» ejerciendo de reportera de guerra buscando previo casting claro,  no valía estar afectado tenía que haberlo perdido todo y necesitar de todo para sacarla en su programa.

No entiendo como el Gobierno Canario no desalojó  los hoteles mandando a los turistas a Tenerife u otras islas o de vuelta a su casa y mandó a científicos y periodistas a polideportivos o viviendas de campaña para dejar sitio a familias completas desalojadas que gracias a familiares no tuvieron que consumir recursos públicos. Si hubiese sido así las caras famosas no hubiesen venido no veo a Piqueras o Griso durmiendo en colchonetas, para eso están los becarios y profesionales rasos a salario mínimo.

Fijaos que hasta los viñetistas más acreditados del país se han hecho eco del trato periodístico de la tragedia humana que ha supuesto la erupción volcánica en La Palma.

Y ya lo de venirse a La Palma a por la foto de los políticos es de traca.

 

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