No es leyenda urbana, fue real

Muchos creen que lo del Oro que cuentan en 1933 es un cuento chino, de una fake new histórica, que no tuvo lugar, que no pudo ser posible, que cómo iba a ser que la FED se quedara con el Oro de la gente fuera en monedas, lingotes y certificados avalados en el amarillo metal y que la banca iba a ejercer de ventanilla de entrega.

Pues fue una ejecutiva real, así que no venga nadie a decir que la FED en un año de estos si no le conviene que las criptomonedas ataquen al dólar sea oficial o digital o compitan con estos no emita otra orden ejecutiva si bien no para quedarse con el dinero de nadie si ponerlas fuera de circulación en el territorio de los EEUU.

También prohibieron el alcohol en toda EEUU por la llamada «ley seca» , beber no  se podía pero como los pillaran en redadas de bares clandestinos las multas eran toda una fuente de ingresos para la Administración pero también un quebradero de cabeza porque las calles de las principales ciudades de EEUU estaban gobernadas por clanes mafiosos que dejaban un reguero de muertes todas la noches y según dicen nunca hubo más alcohol en el país que durante la ley seca.

Así que no diga usted eso no puede pasar en materia financiera ni ese cura no es mi abuelo en tema familiares. Así que por aquellas fechas el único oro legal eran las joyas, y no se crean que era difícil averiguar quien era poseedor de lingotes, monedas y certificados, agentes federales iban a los establecimientos y pedían los libros de registro de compra-venta, luego era ir por las casas de los tenedores pidiendo las boletas o recibos de entrega en las ventanillas correspondientes. Y si se decía que si que tenía un lingote  o monedas de oro pero que por necesidad las había vendido a un tercero tenía que decir quien era ese tercero y si no era verdad, sanción por el importe de oro adquirido y como fuera mucho; prisión.

En verdad como la ley seca fue más el ruido que las nueces, el miedo que la realidad. La administración no consiguió ni de lejos hacer el acopio de oro que pretendía para financiarse.

La prohibición del oro se produjo después de que Roosevelt y los demócratas llevaron a cabo una campaña basada en un presupuesto equilibrado y un gasto público reducido (sí, de verdad). Cuando asumió el cargo, la Gran Depresión estaba en pleno apogeo, el S&P había salido un 80% de su máximo de 1929, el desempleo estaba en el 25%. Inglaterra se vio obligada a abandonar su patrón oro en 1931 y otros 25 países siguieron su ejemplo durante el año.

El presidente recién electo asumió el cargo enfrentando una ola de corridas bancarias y se hizo cargo de todo el sector financiero en su segundo día en el cargo, «control ejecutivo de emergencia sobre todas las transacciones bancarias y monetarias».

FDR culpó al acaparamiento de oro por la crisis bancaria de la nación, sin embargo:

No explicó el acaparamiento como una forma de proteger los ahorros de una vida frente a la insolvencia bancaria frecuente y creciente junto con la falta de seguro para el depositante, ni identificó la actividad especulativa en el extranjero como extranjeros que intercambian sus activos en dólares por oro en previsión de la devaluación del dólar. La mayoría de la gente entendería estas elecciones como racionales, pero Roosevelt las etiquetó como «injustificadas» y «especulativas» en una apelación emocional a las malas acciones .

¿qué sucedió realmente?

El cumplimiento resultó ser bajo: se estimó que $ 287 millones de dólares en oro estaban en manos públicas en el momento de la prohibición. Esto excluye el oro ya exportado fuera del país por aquellos que lo vieron venir (Canadá era un destino y punto de referencia favorito) y los ricos que estaban especulando contra una devaluación de la moneda del USD utilizando oro en el extranjero.

De ese alijo restante en manos públicas de EE. UU., Según algunos recuentos, el cumplimiento se estimó en menos del 50%. El valor nominal total de todas las monedas de oro entregadas entre 1933 y 1965 fue menos de $ 12 millones de dólares, o aproximadamente el 4% de las monedas de oro en circulación.

ZEROHEDGE.COM

Proscribir las criptodivisas en una nación occidental donde el Estado no tiene controlada  la red de internet como si fuera suya como pasa en China o en países con régimen dictatorial  no sería fácil salvo que se haga en una operativa de segundos, donde de golpe colapsaran todas las plataformas de negociación cripto y quedasen sin acceso todas la cuentas de clientes.

Es que si avisan claro está habría un trasvase entre intermediarios estadounidenses hacia el exterior y migrarían cientos de miles de cuentas en minutos pero claro ese movimiento generaría mucha volatilidad  lo que haría caer dos dígitos muy altos a todas las criptos.

También está el tema legal la Adminstración /Reserva Federal / Tesoro de los EEUU podrían ser demandados judicialmente por la medida dado que supone un atentado a la libertad financiera de los individuos, lo dicho puede pasar en China, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Emiratos, Arabia , países africanos y alguno asiático pero en el primer mundo habrían medidas menos traumáticas, simplemente con ir legislando y fiscalizando harían más daño que la proscripción.

Tampoco podemos ser alarmistas lo que no vivimos bajo dictaduras de cualquier color.