El soberanismo catalán ha perdido toda referencia o mejor dicho desconectado la realidad social de la ideología política, la ciudadanía no tiene porque pagar tal disonancia cognitiva de una sanidad politizada que se antepone a las necesidades reales de los pacientes. He leído este artículo en elmundo.es y me ha recorrido una mezcla de congoja y rabia a la vez insoportable. Así no vamos a ningún sitio en este país, ni juntos ni por separado, y luego vienen los agravios comparativos en los presupuestos generales para tratar de tapar bocas y dejar pasar el tiempo para negociar lo innegociable, lo que se sabe de antemano que no se va a conceder, lo más que se obtendrá es más autogobierno y una carantoña económica para que vayan pillando los de siempre para gastos extras y propios.