Si la Reserva Federal cumple con las expectativas la próxima semana y anuncia una reducción más agresiva de las medidas tomadas para impulsar la economía, marcará un cambio de política importante para el banco central de Estados Unidos y el presidente Jerome Powell.
De nuevo.
La Fed de Powell, de hecho, se ha vuelto casi tan conocida por sus abruptos cambios de dirección como por los niveles de estímulo sin precedentes que ha proporcionado durante la pandemia.
“Lo que ha demostrado la Fed es la dificultad de pronosticar tanto por el comité como por el consenso”, dijo Joseph LaVorgna, economista jefe para las Américas de Natixis y ex director del Consejo Económico Nacional durante el ex presidente Donald Trump. “En el lenguaje del mercado, la Fed ha comprado lo alto y vendido lo bajo. Así que creo que habrá un problema de credibilidad en el futuro ”.
En su reunión de dos días la semana que viene, se espera que la Fed diga que duplicará el ritmo de la reducción gradual de la compra de bonos, mientras que también es probable que insinúe aumentos más agresivos de las tasas de interés en 2022. Los movimientos se producen en respuesta a la inflación que se está produciendo. más fuerte y duradero de lo que habían anticipado los funcionarios de la Fed.
Pero a LaVorgna le preocupa que la Fed, después de meses de llamar a la inflación “transitoria”, ahora esté cometiendo el error de sobrestimar su duración y ajustarla en el momento equivocado. Eso podría requerir que los funcionarios vuelvan a tener que cambiar el año que viene, si la actual tendencia inflacionaria pierde fuerza.
Para nosotros lo que diga la FED a mediados de este mes será aparte de la última reunión del año la guía para el próximo semestre no creemos que diga nada relevante y opte como siempre por su discurso ambiguo, si hace frío y lluvia recomendamos chaquetón y paraguas y si hace sol camiseta, vaqueros y zapatillas. A lo que si hay que estar atentos es a ver si lo de la subida de tipos para atajar la inflación se contempla seriamente para la reunión de junio-julio del año que viene. Eso si lo de la política acomodaticia y seguir estimulando la economía creemos que se acabó.
En cuanto a la inflación ya hasta el BCE reconoce que no es transitoria que llegó para quedarse, pues claro, con la sobreoferta monetaria existente y la facilidad de financiación gracias a una deuda pública negativa era lo de esperar que ante el dinero fácil para los estados, el relajamiento de la deuda sobre PIB pues y el cuello de botella global en casi pues la inflación corre como la pólvora y esperemos que no llegue a la Santa Bárbara porque no podríamos ir a niveles del 10%-15% que hagan necesaria una subida de tipos y esto a su vez detonar las primas de riesgo de la europeriferia.