Podemos ver y comprobar que desde que se inició el rally hasta máximos ambos sectores el doméstico y el europeo lo hicieron simétricamente y sincrónicamente pero ha sido en la bajada donde la banca española mostró mejor músculo ante la tormenta de volatilidad generada por la invasión rusa. La banca española se apoyó en los mínimos de diciembre mientras la europea se los tragó tanto que bajó hasta los máximos del 2020 antes de cerrar el año del covid.
No obstante ambos sectoriales han respetado soportes clave de corto plazo y ha roto dando señal de compra sus directrices bajistas casi verticales que llevaban , eso sí, en principio solo esperamos un rebote no vuelta a máximos salvo acuerdos entre las partes. Ya hemos comentado muchas veces que un acuerdo que entierre el hacha de guerra en la zona provocaría una detonación alcista de los precios de la renta variable así como una caída vertical de commodities.