Estamos cotizando a niveles del rebote técnico de junio 2020 tras los mínimos de marzo de ese año por acción y efecto global en los mercados por el impacto en ellos de la pandemia.
Lejos de crear expectativas favorables, incentivos empresariales, planes de choque laborales, mejoras fiscales y tributarias, fomentar el emprendimiento y el autoempleo, ayudar a las PYMES, apoyar al negocio familiar, tasar la energía y el carburante a favor de sectores estratégicos de nuestra economía, lo que hace nuestro gobierno es buscar recaudar más impuestos y ponérselo más difícil a las empresas y autónomos que apenas pueden sobrevivir en este ambiente asfixiante.
Abrir una empresa, poner en marcha un negocio especializado con ayuda de la familia, darse de alta de autónomo habrá que dejarlo para mejor momento, tratar de llegar a las ayudas es una carrera de obstáculos y claro luego hay que devolverlas que gratis no hay nada.
En fin nuestro selectivo no es más que el reflejo en un espejo del estado de nuestra economía , el mercado bursátil de un país no deja de ser también otro indicador de situación de un país. Nosotros estamos a la cola del mundo en el último trienio. Seguimos siendo bajistas y ni tan siquiera fuimos capaces de recuperar en ningún momento los niveles previos al covid ni tampoco nuestros números macro, Europa si lo hizo, incluidas Portugal, Italia y Grecia.
Pasa el tiempo y estamos en el mismo sitio, en medio de ninguna parte como encallados, cotizamos a niveles de 1998 sin ajuste de dividendos, es decir sin maquillaje o a cara lavada. Vamos que un señor que abrió un fondo del IBEX en 1998 solo ha percibido lo ingresado por dividendos, pero claro habría que deducirle la inflación y los gastos del producto de casi un cuarto de siglo que es una buena pasta, igual en términos nominales gana pero en reales habría que ver cuanto porque lo que es seguro que con lo que tiene no puede comprar lo que en su día podía hacerlo, ojo, incluyendo beneficios. El dicho de «a largo siempre se gana en bolsa» no es verdad ni en renta variable española o japonesa por ejemplo sin ir más lejos. Así que muchos de los dogmas del siglo XX hoy son burdas falacias.