De lo poco que funciona económicamente en este país es el ladrillo tanto para venderlo como para alquilarlo, es actualmente un oasis financiero para determinados inversores de rentas altas pero esto está a punto de concluir, con tipos cero y demanda constante y ascendente pues los precios se estaban viniendo tan arriba que esto parece ya aquellos años locos de Españistán e incluso en las principales capitales del país se superaron tales precios tanto en arrendamiento como en compra-venta.
Pero dice el refrán aquel de «cuando veas las barbas de tu vecino pelar pon las tuyas a remojar» , en EEUU ya el negocio está plegando tanto en precios, como en demanda, como en oferta, los precios tienen que bajar por los tipos, la demanda cae porque no puede endeudarse a estos tipos y los constructores ya estiman que con la oferta que ha da y sobra para atender a la demanda. Puede quedar aún sobre el año al sector pero tal como está la economía familiar de asediada por todas partes y el porcentaje de renta que dedican a vivienda la situación es totalmente insostenible aparte de injusta, quizás la subida de tipos sirva para regularizar el desequilibrio en Europa, sobre todo en España para acceder a la vivienda a precios inferiores a los actuales.
Quien tenga pensado comprar casa que no compre ahora y espere a que suban más los tipos, los vendedores tendrán que bajar sus precios si quieren vender y los compradores no van a aceptar que les rebajen el importe por lo que tienen que pagar de más en la hipoteca, querrán un diferencial mayor a su favor. Si no fuera así el dinero que se ahorra el comprador se lo llevaría directamente el banco. Unos podrán permitirse el lujo de no vender y alquilar y otros tendrán que vender a precios sensiblemente inferiores a los actuales.
La CNBC publica al respecto del ladrillo en EEUU que se puede hablar ya de una «recesión inmobiliaria» y no con opiniones sino con datos:
«Hace solo unos meses, el mercado de la vivienda se mantuvo a toda marcha: aumento de los precios de las viviendas, tasas de interés históricamente bajas y una demanda implacable. Sin embargo, los datos sugieren ahora a algunos expertos que el mercado se encuentra en una “recesión inmobiliaria”.
Por ejemplo, las ventas de viviendas existentes en julio cayeron un 5,9 % desde junio, marcando el sexto mes consecutivo de caída, y una caída de más del 20 % respecto al año anterior. Además, ha habido despidos y un crecimiento laboral más lento en la industria , el sentimiento de los constructores de viviendas se ha vuelto negativo y los compradores están cancelando contratos ante las tasas de interés que han subido al 5,72 % desde menos del 3,3 % de cara a 2022 .
“Estamos siendo testigos de una recesión inmobiliaria en términos de disminución de las ventas de viviendas y la construcción de viviendas”, dijo Lawrence Yun, economista jefe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, en un informe reciente .
En este punto, sin embargo, es una historia diferente para los propietarios de viviendas, compradores y vendedores.
“No es una recesión en los precios de la vivienda”, agregó Yun. “El inventario sigue siendo ajustado y los precios continúan aumentando a nivel nacional con casi el 40 % de las viviendas aún al mando del precio de lista completo”.
Pero hay señales de que el mercado está comenzando a cambiar a favor de los compradores.»
Dato de ayer: Venta de casas nuevas – datp muy tenido en cuenta por los analistas global-macro porque es un indicador importante para verificar el estado económico de los EEUU a nivel social: cayó un 12.6% en julio
Las ventas de casas unifamiliares nuevas en julio de 2022 tuvieron una tasa anual ajustada estacionalmente de 511,000, según estimaciones publicadas hoy de manera conjunta por la Oficina del Censo de EE. UU. y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Esto es un 12,6 por ciento (±16,9 por ciento)* por debajo de la tasa revisada de junio de 585 000 y un 29,6 por ciento (±10,9 por ciento) por debajo de la estimación de julio de 2021 de 726 000.