Nosotros creemos que si, cuando la aversión al riesgo es total con el agravante de una inflación absolutamente desbordada, es decir que el ahorrador prefiere perder el dinero o poder adquisitivo que marque el IPC anual dentro de un año que será por supuesto alto y positivo por tenerle más miedo a los mercados de renta variable que a la inflación es que si no hemos hecho suelo mucho no nos falta.
Es como el gráfico de suscripción de fondos de inversión por ejemplo, los mercados hacen suelo cuando estos están en niveles de mínimos históricos, a este negocio de la bolsa no lo mueve las empresas, lo mueve la codicia y el miedo. Y el incremento de suscripción de fondos garantizados nos está diciendo que el apetito inversor es próximo a ninguno y que el miedo al futuro es máximo, por lo tanto el smart money o ha entrado o está entrando.
Como decía un profesor que tenía cuando estudiaba esto de la bolsa y los mercados, si hay miedo hay suelo y el volumen de garantizados supera incluso a los del 2016 y ya nos diréis que sucedió desde ese año a los máximos de enero del 2022. Cuando los mercados empezaron a resucitar y emerger los fondos garantizados eran más difícil de colocar que la deuda preferente de los bancos.
Vamos que si vais bajar las suscripciones de fondos de inversión a mínimos y los fondos garantizados a máximos es que «hay suelo» por simple teoría de la opinión contraria, basta que un producto financiero o sector mercantil se convierta en estrella para vaticinar que en un futuro será el producto o sector estrellado. Y las excepciones confirman la regla.