Así de claro: el precio medio de la vivienda usada vendida en los Estados Unidos ha bajado en términos interanuales por primera vez desde 2012. Las subidas de tipos frenan la compra-venta de viviendas y quien quiere vender o tiene necesidad de hacerlo por necesidad imperiosa de liquidez lo tiene que hacer más barato para compensar el importe de la hipoteca final al comprador.