El uso de la inteligencia artificial (IA) ya es una realidad en el mundo del blockchain y criptomonedas. Pues actualmente ya existen cerca de 200 diferentes monedas digitales con tecnología IA, entre los que destacan Fetch.ai (FET), Vechain (VET), SingularityNET (AGIX), Numeraire (NMR) y Cortex (CTXC), de acuerdo con datos de la plataforma de investigación, CoinLore.
“La intersección de la IA y la criptomoneda tiene sentido por varias razones: en primer lugar, tanto la IA como la criptomoneda se basan en tecnologías complejas que requieren grandes cantidades de datos y potencia de cálculo para funcionar eficazmente. Combinando las dos, puede ser posible crear sistemas de IA más eficientes y potentes”, indicó en un reporte Dylan Matthews, fundador y CEO de Buy Bitcoin Bank.
“A medida que ambas tecnologías se desarrollan aún más (las criptos y la IA), se puede descubrir más innovación a través del aprovechamiento de la tecnología blockchain y la IA simultáneamente. Los resultados potenciales son difíciles de evaluar, pero es bastante seguro que conducirán a mejoras en muchos aspectos de nuestra economía.”, explicó en un artículo Binance Academy.
Guillermo Barba, economista de Top Money Report, coincidió en que ese tipo de inversiones se tiene que observar con mucha cautela, ya que son mera especulación.
“Es especulación pura y dura. La moda, lo viral, lo que “les suena” atractivo a los inversores y corren a comprar, se inflan burbujas y es lo que pienso que está ocurriendo con esas criptos. Aconsejaría a los inversores ser muy cautos y no dedicar a ellas más capital del que puedan darse el lujo de perder”, advirtió.
Tipos de criptomonedas
Las criptomonedas o criptodivisas pueden diferenciarse entre ellas mediante los siguientes factores:
Objetivo: No todas las criptomonedas están pensadas únicamente para proveer de un servicio seguro y anónimo de pagos y transacciones, por lo que puede haber un objetivo adicional en su desarrollo y creación.
Tecnología base: La tecnología base es la cadena de bloques, más conocida por su término en inglés blockchain. Sin embargo, también puede haber modificaciones en este aspecto, ya que esta tecnología puede ser sustituida por otra versión e incluso combinada.
Carácter: Se dan tres tipos de uso en las cadenas de bloques: públicas, las privadas e institucionales. Las primeras son de código abierto y da anonimidad. Las segundas son desarrolladas en una empresa privada, por lo que en la mayoría de las ocasiones requiere de identificación. En las terceras, son instituciones y organizaciones de carácter público o mixto las que desarrollan la criptodivisa, las cuales en este caso sí necesitarán de identificación salvo excepciones.
Subyacente: En sus comienzos las criptodivisas no poseían ningún subyacente. Ha sido en los últimos años cuando este tipo de activos han adoptado subyacentes de cara a ofrecer un activo con un respaldo extra.
Por tanto, si tenemos en cuenta estos cuatro factores podremos catalogar una criptodivisa, sabremos su objetivo, la tecnología en la que se basa, si es de carácter público, privado o institucional, y si posee o no un subyacente.
Los grandes grupos criptográficos: bitcoins, altcoins y tokens
Monedas de privacidad – Criptodivisas que se centran en proporcionar transacciones privadas, como Monero, Zcash y Dash.
Monedas Estables o Stablecoins – Criptodivisas que están ligadas a activos ‘estables’ como las monedas fiduciarias para reducir la volatilidad de los precios de forma drástica. Los ejemplos principales incluyen Tether, Dai, USD Coin, y Paxos.
Tokens de intercambio – Criptomonedas creadas por exchanges para ser usadas principalmente en su propia plataforma de trading y servicios. Los ejemplos principales incluyen la Binance Coin, Huobi Token y KuCoin.
Monedas digitales del Banco Central (CBDC) – Criptodivisas creadas o respaldadas por un banco central. El Banco Popular de China (PBoC) está desarrollando actualmente su yuan digital, y se espera que la mayoría de los países digitalicen sus monedas nacionales en el futuro.
