En los últimos años, hemos visto un aumento en el número de personas que rechazan ciertos hechos o teorías ampliamente aceptados por la comunidad científica y académica. Estas personas son conocidas como “negacionistas” y su comportamiento puede tener graves consecuencias en la sociedad y en la toma de decisiones, pero también puede ser la llave maestra para la liberación, sobre todo cuando se analizan esas teorías y uno descubre, no solo el error, sino también la complicidad de los medios y gobiernos en sostenerlas como la verdad incuestionable.
Fuente: https://nurparatodos.com.ar/el-nega/
Se llegó a usar la palabra negacionista para señalar a aquellos que simplemente dudaban de la versión oficial.
Se les trató como a parias y como a apestados, al tiempo que se generaba alarma y pánico permitiendo así teledirigir a buena parte de la población.
Lamentablemente, todo es una telaraña de intereses.
Todo es negocio.
Y la demostración más clara la vimos cuando empezaron a pinchar a los menores de edad, a sabiendas de que, para ellos, la probabilidad de hospitalización debido al Covid era casi nulo.
Ni existe ni existirá