Aquí si fallamos, creíamos que la zona del 61,8% iba a funcionar por fin como soporte, cuadraba incluso porque tal nivel era concordante con los máximos de primeros de enero del 2022 que cuando los rompió en abril hizo «boom» porque de 33 se fue a 44 euros pero de buenas a primeras se fue deshaciendo el hechizo no solo de ella sino de todo el sector energético renovable, máximos y mínimos descendentes y a comerse retroceso de Fibonacci por retroceso de Fibonacci, en el 38,2% estaba la EMA 200 pero solo funcionó como soporte en el primer contacto con ella, en el segundo el mínimo fue más profundo y los siguientes más aún.
La directriz bajista de máximos es de las claras y contundentes, encima trata de rebotar en el 61,8% y no puede ni con el último soporte roto que estaba ligeramente bajo los 34 euros y este mes para reventar esperanzas hace más mínimos y hay que remitirse a marzo del año pasado para ver un precio al de ayer al cierre. Otra que no tocar ni con un palo, habría una primera señal si rompe al alza al menos la bajista que une sus dos máximos decrecientes anteriores para ver qué sucede en la principal y la EMA200.
Desde luego muy , pero muy decepcionados con las renovables al punto que no acabamos de entender su comportamiento, bueno a decir verdad tampoco el tan bajo como el del Gas Natural, lo positivo es que la vemos a buen precio para entrar, pero como decimos tenemos que esperar por una señal para confirmar.