Las primeras sesiones de agosto fueron difíciles para los mercados financieros, que se vieron afectados por la renovada presión sobre los tipos de interés estadounidenses. La rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch volvió a despertar algunos temores, sobre todo porque el mercado empezó a preguntarse de nuevo por la senda de tipos de la Reserva Federal. El viernes, la publicación de las cifras mensuales de empleo en Estados Unidos alivió un poco los ánimos, a pesar de que los datos mostraban que el mercado laboral seguía siendo tenso y, por tanto, difícilmente compatible con la reducción del recalentamiento económico que persigue el banco central.
Materias primas
Energía: Nueva semana de ganancias para el petróleo, la sexta consecutiva. Esta subida se debe en gran medida a la prórroga de los recortes de producción por parte de Rusia y Arabia Saudí. Esta última declaró que «no sólo reconocería su reducción unilateral de 1 millón de barriles diarios hasta septiembre, sino que podría prolongarla y profundizarla hasta el otoño». Rusia hizo lo propio. El Viceprimer Ministro ruso, Alexander Novak, declaró que su país reduciría sus exportaciones en 300.000 barriles diarios en septiembre. El mes pasado, Moscú ya había anunciado una reducción de 500.000 barriles diarios en agosto. La caída récord de los inventarios de crudo en Estados Unidos también contribuyó a acercar el Brent a su precio más alto en más de tres meses. En cuanto a los precios, el Brent cotiza ligeramente por encima de los 85 dólares el barril, frente a los 82,2 dólares de su homólogo estadounidense, el WTI.
Metales: Los precios del oro subieron el viernes después de que el informe de empleo estadounidense, ligeramente más débil de lo esperado, hiciera bajar el dólar y los rendimientos del Tesoro, dando un respiro al oro, que seguía en camino de su peor semana en seis años. La onza de oro se cotiza en torno a los 1945 USD en la LME, frente a los 23,7 USD de la plata y los 1251 USD de la onza de paladio.
Macroeconomía
Ambiente: El gran acontecimiento de la semana fue sin duda la subida de los rendimientos de la deuda estadounidense, con el vencimiento a 10 años pasando del 3,8% a mediados de julio al 4,18% el viernes. Flashback: la resistencia de los últimos indicadores macroeconómicos estadounidenses ha vuelto a disipar la perspectiva de una desaceleración económica. La otra cara de la moneda es el aumento de la desconfianza sobre la senda de la política monetaria. Al mismo tiempo, Fitch despojó a la deuda estadounidense de su calificación «AAA». Es cierto que S&P ya lo había hecho doce años antes, pero esta decisión simbólica tuvo un gran impacto al volver a poner la deuda estadounidense en el punto de mira. Fitch insistió en que la exacerbación de la división política era una fuente adicional de preocupación. Estos dos acontecimientos contribuyeron a tensar la renta fija, lo que se contagió a la renta variable, bastante castigada esta semana. También fortalecieron al dólar, al menos hasta el viernes, cuando el euro hizo un pequeño avance hasta 1,0993 USD tras la publicación de las cifras de empleo de julio en Estados Unidos. En consecuencia, otras noticias macroeconómicas pasaron a un segundo plano, especialmente la esperada subida de tipos de un cuarto de punto por parte del Banco de Inglaterra y el menos esperado statu quo del Banco de Australia.
El letargo de agosto esperará
La semana que viene vuelven las estadísticas de precios. La inflación de julio y los precios de producción de China (miércoles) y Estados Unidos (jueves y viernes) serán los protagonistas. Las dos potencias tienen problemas muy diferentes que resolver. Pekín se enfrenta a la amenaza de una deflación problemática, mientras que Washington teme una reaceleración de la subida de precios tras la calma de los últimos meses. El viernes, los inversores también se interesarán por la confianza de los consumidores estadounidenses, medida por la Universidad de Michigan.
En el frente empresarial, la mayoría de las empresas influyentes ya han publicado sus resultados, pero aún quedan varios asuntos en la agenda de la próxima semana. Por ejemplo, Siemens Energy, Glencore, Bayer, Ahold Delhaize y Novo Nordisk en Europa, y Eli Lilly, United Parcel Service, Zoetis y Walt Disney en Estados Unidos.
DEL BOLETIN SEMANAL DE MARKETSCREENER
Nosotros creemos que la apertura será bajista por la jugarreta del viernes a los contados europeos que tendrán que ajustarse. Las Bolsas se tienen margen para una mayor corrección y mucho nos tememos que luego no sea para romper máximos históricos las estadounidenses, a nosotros no debiéramos irnos mucho mejor y olvidarnos por el momento de más máximos.
Quizás empecemos a ver a tan cacareada rotación de activos pero más bien de la Renta Variable a la Renta Fija y a la Deuda Pública y quizás la Energía , no vemos al Oro ni al Dólar ni a las criptos como para recibir flujos de capital donde «aparcar» el capital ahora en marejadilla que puede devenir en marejada e incluso gran marejada según avancen las semanas.