El crudo lleva el último trimestre cotizando sobre una bajista importante, la que viene de máximos del año pasado y el cambio de dirección del precio tiene lugar en la zona que hizo máximos en el 2018 además apoyó en la directriz alcista que traía el WTI desde los mínimos de 20216 si no tenemos en cuenta el colapso de un trimestre que se produjo por el covid. Así pues el crudo podría estar iniciando una carrerilla de otoño-invierno. Los tramos finales de año no suelen malos para el oro negro.
Para este año no esperamos que consiga el objetivo de los 115 dólares pero si la economía no entra recesión con el aumento potencial de la demanda y el recorte de la oferta por parte de la OPEP+ el crudo podría ser la piedra en el zapato de la inflación e impedir que esta vuelva a corrales como quiere la FED y si sube tipos para que ello ocurra pues la recesión podría ser un hecho más para la eurozona que para el área dólar, a fin de cuentas ellos son los mayores productores del mundo y crudo tienen para dar y regalar.
Obviamente si pierde los últimos mínimos el crudo cancela irse a por niveles vistos aparte del 2022 por el conflicto en Ucrania desde hace sobre una década. En el último trienio cuidado con la tontería la energía ha sido el supersector más rentable de la RV EEUU muy por encima de la tecnología.
