¿Tras un verano tranquilo, ¿un otoño agitado?
Hoy es festivo en Wall Street por el día del Trabajo.
Las malas cifras de empleo en Estados Unidos y la relajación de los rendimientos de los bonos permitieron a los mercados financieros recuperar parte de su color esta semana, con los operadores apostando a que el ciclo de endurecimiento monetario llegará pronto a su fin, al menos en Estados Unidos. Sin embargo, la inflación sigue resistiendo a ambos lados del Atlántico, lo que anuncia una fase prolongada de incertidumbre sobre la trayectoria real de los bancos centrales. Así pues, el otoño podría seguir marcado por la volatilidad.
Tras una semana intensa en cuanto a indicadores macroeconómicos, en los próximos días se instaurará una relativa calma, sobre todo porque Wall Street no abrirá el lunes por ser festivo. Sin embargo, el discurso de Christine Lagarde, los indicadores PMI de servicios del martes y el miércoles, el último Libro Beige de la Reserva Federal y las habituales peticiones semanales de subsidio de desempleo en EE.UU. del jueves marcarán el ritmo de la semana.
El S&P 500 rompió una racha ganadora de cinco meses en agosto. La caída del mes pasado fue ordenada, lo que consideramos una buena señal para la salud de este mercado alcista.
Con el escenario de aterrizaje suave ganando terreno y las tasas de interés retrocediendo de sus máximos recientes, los compradores regresaron al mercado justo cerca del soporte de los máximos de agosto de 2022. El progreso técnico ha continuado desde entonces, dejando 4.600 como el siguiente gran obstáculo que debe superar el S&P 500.
Si bien la racha ganadora mensual del S&P 500 ha terminado, el impulso alcista puede continuar. Después del final de una racha ganadora de cinco meses, el mercado ha seguido subiendo durante los próximos seis meses, generando una ganancia promedio del 7,3%.
Tenga cuidado con septiembre, históricamente el peor mes para el mercado en general. Sin embargo, hemos descubierto que la debilidad estacional es menos pronunciada en el caso de las acciones cuando el S&P 500 cotiza por encima de su media móvil de 200 días.
Por lo tanto en un mercado alcista las correcciones deben ser aprovechadas para comprar, pero si hacemos constar que la fuerza del mercado no ha permitido más que un retroceso del 1.8% en agosto tras los máximos anuales de julio. Igual ya hay muchos subidos al carro alcista y desde que se baja uno sube otro por lo que las correcciones podrían ser casi irrelevantes si septiembre no da un susto a la baja, lo malo si no lo da es que no habrá oportunidades de compra para entrar y luego como las lentejas el que quiera entrar tendrá pagar.
Esperamos que el ultimo trimestre del año mejore la energía y los futuros sobre notas y bonos si se extiende el sentimiento de que los tipos han podido tocar techo ya en EEUU, la deuda pública mermará su rentabilidad para recogerla sus futuros a todos los vencimientos. Podríamos ver en positivo hasta los de 10 años ya el TBOND a 30 nos parecería mucho, salvo que la misma FED lo confirme en una de las reuniones que faltan para terminar el año.
Según la estadística a partir de mediados de septiembre empieza a mermar, pero como titulamos el artículo, miedo no , simplemente respeto, además recuerden que la volatilidad de septiembre suele coger también días de octubre siendo los mejores para «cargar» para el último trimestre.