Y más que el oro también por cierto.
Cuando rompía máximos históricos previos al covid el líquido elemento u oro transparente que le llamamos nosotros, el objetivo era la altura del descenso entre febrero y marzo tirado al alza sobre los máximos del 2020, eso daba unos 65 euros. Ayer lo consiguió.
Por el camino hubo un máximo que se quedó a un 5.5% del mismo que tardó en batirse para llegar donde llega hoy unos dos años completos mal contados. Ahora bien no p0r llegar a objetivo hay que vender, liquidar , reducir, o incluso ponerse cortos tampoco es eso, pero si al menos si toca poner un nivel de take profit para hacer caja. Tal referencia por ejemplo para nosotros que tenemos el agua más o menos fija en cartera la marcaría la pérdida de la acelerada alcista que parte de los mínimos de octubre pasado como indicamos en le gráfico. También podría valer el último techo en 62 euros.
No creemos que haya que correr a vender agua cuando los pronósticos para este verano son muy preocupantes dado que apenas hemos tenido invierno y gracias a la última «DANA» nos ha caído agua en los embalses para subir la escasa media de capacidad que llevábamos acumulada. En algunas zonas cayó mucha, en otras menos y en muchas zonas apenas nada.
El agua es un bien esencial cada vez más escaso y por lo tanto si va disminuyendo la oferta ante una demanda constante el precio va a seguir subiendo con o sin corrección. Técnicamente el agua también está en subida libre y da un rendimiento similar al SP500 y también está en subida libre; por cierto como el oro también.