Los mercados de valores chinos han pasado de lo que muchos consideraban “no invertible” a principios de año a territorio de mercado alcista. La extrema tendencia bajista no carecía de mérito, ya que un mercado inmobiliario asediado y una economía tambaleante arrastraron muchos índices a mínimos de la era de la pandemia, mientras que los recuerdos de las empresas educativas con fines de lucro nacionalizadas y los directores ejecutivos de tecnología desaparecidos no se habían desvanecido por completo. Sin embargo, como suele ser el caso, los extremos en el sentimiento suelen funcionar mejor como señales contrarias que se encuentran comúnmente en importantes puntos de inflexión del mercado.
A principios de febrero, escribimos un blog titulado “Tres gráficos: ¿podría China estar cerca de tocar fondo?” destacando cómo tanto el sentimiento como las condiciones de sobreventa estaban en extremos. En el blog de hoy, ofrecemos una rápida actualización sobre China y por qué creemos que este repunte podría continuar.
La configuración técnica continúa mejorando
Sigue el dinero
Resumen
China continúa logrando avances técnicos. El impulso alcista y la amplia participación implican que este repunte podría tener más espacio para continuar. Y si bien hay una larga lista de riesgos fundamentales y geopolíticos bien anunciados en China, están comenzando a surgir señales de vida económica. La actividad manufacturera se mantuvo expansiva en abril por segundo mes consecutivo, mientras que las previsiones de crecimiento siguen revisándose al alza. Tampoco falta apoyo político. Los comentarios de la reunión del Politburó de esta semana sugieren que la economía podría esperar aún más estímulos de política fiscal y monetaria, algo sobre lo que los inversores escucharán más durante la tercera reunión plenaria de China en julio. LPL Research continúa favoreciendo los mercados estadounidenses sobre los mercados emergentes y considera que el reciente progreso en China es más una oportunidad comercial que una inversión a largo plazo.